Cocaína, la muerte blanca

En los años sesenta, el consumo de drogas se asociaba a revolución y contracultura, el problema es que todavía no se conocían los efectos secundarios de estas sustancias, que por entonces comandaba la heroína. Hoy, sí se conocen con más exactitud los efectos de estas drogas, que en realidad son contrarrevolucionarias y anticulturales, una forma de no pensar en nada más que en tomarte la dosis necesaria y vivir en un mundo falso que, generalmente, acaba en muerte.

El programa de La 2 Documentos TV ofrece mañana un reportaje sobre los estragos que ocasiona la cocaína titulado Jorge se esnifó su vida, cuyo protagonista, Jorge, ya no vive, pero dejó un diario de su adicción.

Las encuestas oficiales aseguran que en los últimos diez años el consumo de cocaína, especialmente entre los adolescentes españoles, se ha multiplicado por cuatro. La cocaína es el mayor reforzador del placer que existe, por eso engancha rápidamente y los jóvenes son presas fáciles de su consumo, que al principio se reduce a los fines de semana, en compañía de amigos.

Muchos la mezclan con alcohol, que también les sirve para neutralizar sus efectos antes de volver a casa para despistar a sus padres, aunque algunos se enganchan al efecto euforizante de la droga, al "subidón", y comienzan a "colocarse" más en solitario. Jorge esnifó su vida se adentra en la cabeza de un adolescente de familia acomodada y sin problemas aparentes, que se convierte en un adicto sin remisión.

Jorge no sobrevivió, pero Alfonso, otro de los protagonistas del documental, pudo hacer frente a este peligroso enemigo y escapar de sus garras.

El problema es que hay muchos jóvenes como Jorge y Alfonso, que caen irremediablemente en la adicción a la cocaína desde que comienzan a probarla, a veces con unos padres que ignoran los problemas de sus hijos y cuando lo hacen ya es demasiado tarde.