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Érase una vez...un tiempo en el que los niños importaban a las televisiones
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Érase una vez...un tiempo en el que los niños importaban a las televisiones

Érase una vez una época en el que las cadenas de televisión, sobre todo las privadas, no estaban tan ensimismadas en luchar por la audiencia y

Érase una vez una época en el que las cadenas de televisión, sobre todo las privadas, no estaban tan ensimismadas en luchar por la audiencia y mimaban a niños y adolescentes ofertando dibujos animados y programas infantiles en su programación, ajenas a eso del diabólico ‘share’.

Pero aquellos niños (y teles) crecieron y empezaron a madurar, a ser adolescentes, a irse de ‘ligoteo’, a ganarse a la audiencia. Fue entonces cuando se olvidaron de la magia infantil en la programación de tardes y fines de semana para alumbrar pura ‘telebasura’saltándose incluso el horario de protección de menores con tal de 'aplastar' al enemigo.

Ahora que el cine recupera clásicos de la animación como Bola de dragón, hemos querido hacer un repaso a las series y programas infantiles que llegaron a nuestro país junto al nacimiento de las privadas.

Y precisamente una de esas series que se asomaron a la pequeña pantalla fue Bola de dragón. Muchos niños de los años 90 siguieron las andanzas de Son Goku, Bulma y sus amigos primero en las autonómicas y después en Antena 3. ¿Hay alguién que no se acuerde del famoso Kame-Kame Ha?

Pero Antena 3 no sólo nos trajo luchas y peleas. Punky Brewster se encargó de trasladar a los niños a un mundo rosa y sin maldad lleno de valores cuasi cristianos. La protagonista, Soleil Moon Fry, tuvo que someterse a una operación de reducción de pecho poco después de cumplir los 16 años.

Eran años en los que la cadena de San Sebastián de los Reyes estaba en manos de Antonio Asensio, que siguiendo los pasos del productor americano Aaron Spelling  (Sensación de vivir, Melrose Place), convirtió a su hija Ingrid Asensio, en la Tori Spelling española. La rubia se encargó de presentar el programa infantil Club Megatrix, que hoy en día sigue en antena.

Érase una vez una época en el que las cadenas de televisión, sobre todo las privadas, no estaban tan ensimismadas en luchar por la audiencia y mimaban a niños y adolescentes ofertando dibujos animados y programas infantiles en su programación, ajenas a eso del diabólico ‘share’.