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Sabina a Eurovisión
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Sabina a Eurovisión

Batacazo. Fiasco. Ridículo. Eurorrisión. La prensa española no lo tuvo difícil para hablar de la tremenda decepción que supuso la penúltima posición conseguida por la cantante

Batacazo. Fiasco. Ridículo. Eurorrisión. La prensa española no lo tuvo difícil para hablar de la tremenda decepción que supuso la penúltima posición conseguida por la cantante Soraya Arnelas con la canción La noche es para mí en el Festival de Eurovisión y que a la par ha vuelto a abrir el debate de si nuestro país debe seguir participando en este espectáculo musico-político.

Pero lo que no es cosa fácil, ni siquiera para el mayor eurofan entendido en el concurso, son los porqués de esta sonora decepción. La extremeña sabía que el reto no era sencillo y que se jugaba bastante. Buscando en el baúl de los recuerdos (aprovechando una canción de la ex eurovisiva Karina)  diez años atrás Lydia, una cantante por aquel entonces medianamente conocida y respetada saltó al cuadrilatero eurovisivo, y con su traje made in Agatha Ruiz de la Prada y su última posición con tan sólo un punto, mandó su carrera musical al garete. Y mejor no hablar de Remedios Amaya, que aún sigue buscando quién maneja su barca.

Aún así la extremeña le puso ilusión, ganas como nunca antes un participante desde tiempos de Rosa I de España y OT había tenido y hasta una promoción pagada euro a euro por su casa discográfica. Aquello tenía su fruto, las encuestas la situaban en el top ten y la triunfita y TVE se atrevían a decir: "Este año vamos a ganar".

Y llegó la noche del 16 de mayo. Cerraba el festival la de Valencia de Alcántara, algo que según los expertos favorece a la hora de recibir puntos. Se atavió con un vestido con 10.000 cristales que le hacían brillar en el escenario pero no en las puntuaciones. El resultado ya lo sabemos todos. Parece ser que su desaparición en el escenario era el preámbulo de lo que acontecería tiempo después.

Boicot de la UER o suicidio televisivo de TVE

Así que ahora tras este euro despliegue sin precedentes es hora de analizar lo sucedido. ¿Merecía Soraya ser la penúltima?, ¿era acaso su canción y su puesta en escena lo peor que se vio en la noche?

Según la página especializada en el festival Eurovisión-spain, la prensa acreditada en Mocú y los fans del festival se barajan varias posibles explicaciones a este penúltimo lugar de España: “La noche es para mi es una canción demasiado antigua para un festival como el de 2009; la coreografía, bastante plana, no rompe, no impacta y no se aprovechan todos los medios técnicos en cuanto a iluminación que el gran escenario ofrece... El resultado de todo esto: una actuación correcta, con una gran artista de voz potente, pero no es suficiente porque todo queda bastante descafeinado".

Otros hablan de un posible boicot paneuropeo a España por el trato despectivo dado por parte de TVE al festival ya que emitió en diferido la semifinal del pasado jueves cuando por obligación debía emitirla en directo, lo que privó a la audiencia española del televoto. Esta teoría no tendría importancia sino fuera porque la misma Soraya habló ayer de un castigo a TVE por su actitud.

Asimismo, los más enrevesados hablan de una venganza de la UER, que harta de los desplantes de la cadena pública (en agosto de 2008 les dejó plantados con el Eurovision Dance Contest) habría pedido a los jurados que no votaran a Soraya.

Pero incluso hay algunos que van más allá y hablan de un "suicidio" por parte de TVE, que consciente de las posibilidades de Soraya (algunas encuestas la situaban en una tercera posición), intentó "torpedear" su candidatura con estos cambios de programación (incluso anulando el especial previo al festival) y así no tener que celebrar el festival al año que viene.

Cambio en las reglas

Pero teorías a parte, lo cierto es que la UER había cambiado las reglas de votación ante las críticas del Big Four (Alemania, Francia, Reino Unido y España) de que pesaba más el 'vecinismo' que la música a la hora de votar, lo que hacía que siempre ganaran los países del Este. Pero este cambio, lejos de modificar los resultados, no ha hecho sino que "oficializar" que a los nórdicos les gusta la música nórdica, a los ciudadanos del este, la música del este; y que España no tiene vecinos.

Y por si fuera poco también ha descartado ese otro posible boicot al Big Four después de que dos de sus miembros, Francia y Reino Unido, se colaran entre los diez primeros.

Sabina a Eurovisión

¿Y cómo lo han hecho? Francia eligió a una de sus voces más internacionales, Patricia Kaas, mientras que Reino Unido, cansada de sus continuas malas posiciones en el festival, "alzó la voz" y pidió al conocido autor de musicales Andrew Lloyd Webber que salvara a su país. Así que tomando estos ejemplos, un espabilado José Luis Uribarri ha propuesto que "los españoles protesten lo más airadamente posible".

¿Veremos a Alejandro Sanz o Joaquín Sabina componiendo para Eurovisión?, ¿o seguiremos los pasos de Italia y abandonaremos el concurso europeo de la canción?

Batacazo. Fiasco. Ridículo. Eurorrisión. La prensa española no lo tuvo difícil para hablar de la tremenda decepción que supuso la penúltima posición conseguida por la cantante Soraya Arnelas con la canción La noche es para mí en el Festival de Eurovisión y que a la par ha vuelto a abrir el debate de si nuestro país debe seguir participando en este espectáculo musico-político.

Pero lo que no es cosa fácil, ni siquiera para el mayor eurofan entendido en el concurso, son los porqués de esta sonora decepción. La extremeña sabía que el reto no era sencillo y que se jugaba bastante. Buscando en el baúl de los recuerdos (aprovechando una canción de la ex eurovisiva Karina)  diez años atrás Lydia, una cantante por aquel entonces medianamente conocida y respetada saltó al cuadrilatero eurovisivo, y con su traje made in Agatha Ruiz de la Prada y su última posición con tan sólo un punto, mandó su carrera musical al garete. Y mejor no hablar de Remedios Amaya, que aún sigue buscando quién maneja su barca.

Aún así la extremeña le puso ilusión, ganas como nunca antes un participante desde tiempos de Rosa I de España y OT había tenido y hasta una promoción pagada euro a euro por su casa discográfica. Aquello tenía su fruto, las encuestas la situaban en el top ten y la triunfita y TVE se atrevían a decir: "Este año vamos a ganar".

Y llegó la noche del 16 de mayo. Cerraba el festival la de Valencia de Alcántara, algo que según los expertos favorece a la hora de recibir puntos. Se atavió con un vestido con 10.000 cristales que le hacían brillar en el escenario pero no en las puntuaciones. El resultado ya lo sabemos todos. Parece ser que su desaparición en el escenario era el preámbulo de lo que acontecería tiempo después.

Boicot de la UER o suicidio televisivo de TVE