Leo Bassi, el bufón que habla alto y claro

Para la mayoría del público, Leo Bassi es un provocador nato. Pocos pueden olvidar las surrealistas acciones que llevaba a cabo en el plató de Crónicas Marcianas como cuando explotó mierda de vaca en directo.

Sin embargo, el showman, que ayer presentó en Madrid el espectáculo The best of en el Teatro Alfil de Madrid, explica que él no es más que un bufón, en el buen sentido de la palabra. “En la época medieval, el bufón hacia cosas asquerosas pero era el único que hablaba con claridad al emperador (…) Hoy en día, los cómicos son los que mantienen una fuerza política de oposición gracias a su humor”, explica el italiano a Vanitatis.

Algo que ocurre actualmente en su país. Con una izquierda “sin color, poco animada”, sólo cómicos como Roberto Benigni o Fabio de Fazio, que actualmente triunfan en la televisión con un programa de sátira política en RAI 3, el único canal “que escapa del poder de Berlusconi”, consiguen mantener la fuerza de la lucha política en Italia.

“Berlusconi tiene el monopolio, pero esto demuestra que la gente quiere ver estas cosas. La cadena sólo tiene un 6% de media y el programa supera el 30%”, comenta Bassi. “Si la gente se ríe con chistes sobre política, es porque están bien hechos, porque tienen un argumento sólido. En Intereconomía, por ejemplo, pasa lo contrario. Hay un programa de humor que no es nada divertido”, añade.

Italia vota a Berlusconi

“Yo trabajé para los canales de Berlusconi en los años 80 aunque sólo le conocí dos veces. Por aquel entonces nadie imaginaba que entrara en política. La gente se reía de él, era un golfo, algo así como Jesús Gil. Ya entonces le gustaba molestar a las niñas. Recuerdo un día que entró en el estudio y le cortó las bragas a dos chicas como broma”, recuerda el bufón.

No obstante, resulta paradójico que, a pesar de que programas contrarios a Il Cavaliere tengan éxito, Italia siga votándole. “Esto es porque todos los canales hablan bien de él y la gente le vota. Pero en las próximas elecciones no va a ganar”.

“Italia está en una fase de cambio porque ha tocado fondo. Y en esto tienen mucho que ver los jóvenes. Resulta paradójico que unos niños que han nacido con la televisión de Berlusconi, sepan manifestarse contra el poder utilizando los monumentos y así llamar la atención”, confiesa. “En esto, Turín es la ciudad más sana y con propuestas más inteligentes de Italia”.

Asimismo, Bassi advierte al primer ministro. “Italia es cruel y en pocos meses puede ser muy odiado. Sólo hay que recordar lo que pasó con Mussolini. Querido durante 20 años y después terminó asesinado”.

Problemas con la derecha española

Afincado en España desde hace más de una década, en parte porque en su país “no podía luchar con esa izquierda sin imaginación”, a menudo Bassi ha tenido problemas con grupos de derecha.

De hecho, la semana pasada, la Asociación Estatal de Abogados Cristianos se querelló contra él al considerarlo autor de una ofensa pública hacia la religión católica en su espectáculo conferencia “Las raíces judeo-cristianas de Occidente: un fraude histórico a combatir”.

“La verdad es que yo demandé hace tres semanas a Hazte Oir y Libertad Digital, grupos de derecha y extrema derecha, por injurias. Pusieron en mi boca cosas que no había dicho. Se ve que ahora, por rebote, me han devuelto la demanda acusándome de blasfemia. Pero bueno, así me dan publicidad”, explica.

“Quieren colarnos lo de las raíces judeo cristianas, ponernos la religión como centro de nuestra vida quitando el laicismo”, comenta. “Han ido a por Buenafuente, que es un tío súper gracioso (…) Intentan callarnos a nosotros pero también a sus espectadores. Impiden que se rían, disfruten. Eso se llama oscurantismo, fascismo”.

Y de momento parece que será difícil callarle. Bassi ya prepara un nuevo espectáculo de cara a las navidades, llamado El Belén de Lavapiés, donde hablará sobre el mito y la leyenda de los belenes en clave de humor.