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Chapero-Jackson, un curioso apellido para uno de los directores más prometedores del cine español
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Chapero-Jackson, un curioso apellido para uno de los directores más prometedores del cine español

Preseleccionado a los Oscars 2009 con su corto El Alumbramiento, Eduardo Chapero-Jackson no deja indiferente a nadie ya sea por su cine o por su curioso apellido,

Preseleccionado a los Oscars 2009 con su corto El Alumbramiento, Eduardo Chapero-Jackson no deja indiferente a nadie ya sea por su cine o por su curioso apellido, el cual ha dado pie a numerosos malentendidos y que, al contrario de lo que muchos piensan, no es artístico sino por casualidades del destino. 

"Me apellido así de verdad. Mi madre se apellida Maribel Jackson y mi padre Antonio Chapero", explica el realizador a Vanitatis durante la presentación en Madrid de Verbo, el primer largometraje que realiza tras sus multipremiados cortos (suman más de 150 premios alrededor del mundo) Contracuerpo, Alumbramiento y The End. "Es una apellido que provoca ciertos prejuicios y sé que hay gente que piensan que de qué voy. Pero es así. De hecho, en el colegio fui objeto de burlas", confiesa el madrileño.

Y precisamente eso cuenta Verbo, un cuento contemporáneo de tintes "quijotescos" que habla, a través del mundo del hip hop, de las problemáticas de los adolescentes. "La película no es biográfica pero si parte de sensaciones que tenía. Las preguntas que tienes de adolescentes como ¿Quién soy yo? ¿Cómo manejar mis emociones? me las he tenido que buscar por mi cuenta. Da rabia que no se toquen esas cosas en la educación", comenta el realizador, que confiesa que no ha sido fácil pasar del cortometraje al largometraje. 

Por eso, en Verbo ha querido utilizar el lenguaje y el arte del hip hop y el cine experimental para enseñar cosas que no se enseñan en las aulas. "Hay muchos tipos de tribus urbanas que responden a estas expresiones. Nach es muy popular a esas edades y con sus letras les llega de forma más directa".

No obstante, Chapero Jackson es consciente de que este tipo de cine experimental no es algo usual en nuestro país. "Vamos a tener luchar contra ciertos prejuicios que hay sobre el cine español. Lo que pretendemos es investigar nuevos códigos, abrir un poco la baraja y hacer algo que sea actual y con formas actuales. Es algo que para mí como director me inquieta. He querido explorar toda la expresividad de la gran pantalla a nivel visual. Es una experiencia muy cinematográfica, de sonido, música, pero también es una experiencia emocional".

Y al contrario de lo que se ha publicado, el realizador explica que Verbo no es una película solo para adolescentes. "Yo la he hecho para todos los públicos. La adolescencia está latente en todos, siempre estamos negociando nuestros ideales respecto a la realidad. Quería recuperar esa chispa de la adolescencia de plantearte las cosas a pesar de la vergüenza que pueda generar", explica. "En el fondo lo más importante de la película es que no importa lo difícil que esté el entorno porque el único responsable de tu propia vida eres tú".

En cuanto a la presión de la taquilla -Verbo cuenta como protagonista con el ídolo de masas Miguel Ángel Silvestre-, Chapero-Jackson cree que "no te puedes perder en los resultados. Ojalá los productores recuperen lo que han arriesgado. Pero para lo que es la película, es una cinta de presupuesto pequeño. Es muy artesanal y la presión no la tenemos tanto".

Preseleccionado a los Oscars 2009 con su corto El Alumbramiento, Eduardo Chapero-Jackson no deja indiferente a nadie ya sea por su cine o por su curioso apellido, el cual ha dado pie a numerosos malentendidos y que, al contrario de lo que muchos piensan, no es artístico sino por casualidades del destino.