Marisa Naranjo: "Me dolió que TVE no me apoyase"

Este sábado se cumplen 22 años de aquel desdichado instante en el que los televidentes de TVE se quedaron sin tomar las tradicionales uvas de la suerte. Marisa Naranjo, uno de los rostros emblemáticos de la televisión de los setenta y ochenta, era la elegida para retransmitir desde la Puerta del Sol las Campanadas que daban paso a 1990.

Pero se equivocó y ese error le ha perseguido durante todo este tiempo. Hasta este año cuando Naranjo por fin podrá desenredar aquella confusión que tanto daño le ha ocasionado.

No será en la cadena pública ni tampoco el 31 de diciembre. Neox, la cadena juvenil del Grupo Antena 3, ha querido saltarse la tradición y fichar a Naranjo, Berta Collado y Ana Simón para presentar las preuvas el día 30 de diciembre, una costumbre que ya se está convirtiendo en hábito.

Para celebrar este esperado regreso a televisión, Marisa Naranjo ha contado a Vanitatis qué pasó aquél día de 1989 que le hizo desaparecer paulatinamente de la pequeña pantalla.  “Ha pasado el tiempo suficiente para que haya callado y pueda decir que realmente me dolió que TVE no me apoyase”, ha destacado a este medio. “Eso me ha llevado a que me persiga durante todos estos años”. 

Muchos todavía se preguntan, ¿qué pasó aquella Nochevieja de 1989?

TVE no lo hizo bien. Yo estaba en una habitación sin oír y sin ver. Otros años TVE siempre había estado en el balcón pero era el primer año de Telemadrid, y lo ocuparon ellos. TVE no ultimó los detalles técnicos ni las condiciones en las que yo estaba. Y sin ver ni oír poco puedes hacer.

¿Se molestó con TVE?

No me enfadé en ese momento. A los dos días yo me iba de vacaciones. Pero sí ha pasado el tiempo suficiente para que yo haya callado y pueda decir que realmente me dolió que TVE no me apoyase. Tampoco dio las explicaciones oportunas que debería haber dado. Fíjate que esto se lleva arrastrando 22 años

¿Qué explicación le dieron por parte del canal?

Ninguna. Como si no hubiera pasado nada. Aparecí en el programa de Jesús Hermida poco después y allí lo expliqué todo, pero hubo gente que no lo vio. Eso me ha llevado a que me persiga durante todos estos años, y que todavía haya gente que cuando oye mi voz diga: “Usted es …”, y no les dejo terminar: “Sí, soy yo”.

¿Se sintió un poco atacada en esa época?

Un poco no, mucho. Pero también lo entiendo. El día 1 de enero no hay noticias y de algún sitio tenían que sacar. Aunque después de mí, se equivocaron casi todos y no ha pasado nada de nada. La explicación no sé cuál es, la verdad.

Después de aquella Nochevieja, ¿que pasó en su vida?

Seguí haciendo los informativos y después un programa que se llamó Cartelera. Estuve ahí hasta que por razones particulares me marché de la televisión a Canarias.

¿Una anécdota que recuerde después de aquellas Campanadas?

Cuando me marché de vacaciones a México, por una calle enorme me gritaron: “¡Mira, esa es la de las Campanadas!”. Y yo me quería meter debajo del primer sombrero mexicano que viese. Era Miguel de la Quadra. Fue tremendo y con los años sigo siendo la de las Campanadas. Como si no hubiese hecho otra cosa en la vida.

Ahora Neox le da una nueva oportunidad, ¿cómo fue ese fichaje?

Fueron a Canarias a proponérmelo y me sorprendió muchísimo. Pero mira, que fuese el día 30, que fuese en Neox, que es una cadena transgresora que me gusta, me hizo que les dijera que sí. Aparte del poder de convicción que ellos llevaban. Y aquí estoy.

También las presentarás con Berta Collado y Anna Simón, ¿qué tal con ellas?

La verdad es que nos hemos visto poco. Me parecen dos chicas cañón y estupendas.  

También ha grabado un vídeo con Mario Vaquerizo, ¿cómo ha ido?

Es una sorpresa para el día 30. Pero bueno, ya sabes cómo es Mario. De todo va a haber.

¿Qué pasaría si se volviese a equivocar?

Bueno, esta vez, hago el salto del tigre. Haremos el ensayo el mismo día pero me sé el reloj de memoria.

¿Esta nueva amistad con la televisión podría significar su vuelta?

No, no. Yo poco quiero saber. Esto es un hecho puntual que creo que me corresponde. Ahora estoy dedicada a otros menesteres. Aunque no debo decir: “Nunca digas nunca jamás”.  

¿Algún deseo para el 2012?

Me he leído el libro Maya y no me ha gustado lo que viene (risas). Lo que quiero es quedarme como estoy.