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Las once películas más veraniegas
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Las once películas más veraniegas

Ya sea como reclamo comercial o como estampa de la nostalgia infantil o adolescente, el verano se ha paseado por infinidad de películas a lo largo

Ya sea como reclamo comercial o como estampa de la nostalgia infantil o adolescente, el verano se ha paseado por infinidad de películas a lo largo de la historia del cine. En algunas ocasiones, divertido y festivo. En otras, teñido de melancolía. Más de una película lleva la palabra ‘verano’ en su título y, en más de una ocasión, no se trata de cintas ligeras o festivas, sino de  profundas reflexiones sobre el ser humano y las vacaciones que hacen mella en él. Este es un viaje por las películas que han reflejado el verano en todas sus variantes:

Repertorio de verano (Charles Walters, 1950)

Una representación teatral en un granero es el hilo conductor de otro de los grandes musicales de Metro Goldwyn Mayer producidos por el genial Arthur Freed. Un Gene Kelly en su máximo esplendor como bailarín y actor, y una Judy Garland que poco después saldría por la puerta de atrás del estudio debido a sus adicciones, protagonizaron este canto al verano. 

La ventana indiscreta (Alfred Hitchcock, 1954)

El termómetro marca altas temperaturas y los vecinos de un James Stewart escayolado siguen con sus vidas. Es verano, tienen las ventanas abiertas y sus hábitos pueden ser obervados por un Stewart que se debate entre el aburrido estilo de vida de su novia o la aventura de descubrir a un vecino que resulta ser un asesino. Pocas veces se ha sentido el verano en la gran ciudad como en esta obra maestra de Hitchcock, desarrollada en un veraniego patio de vecinos neoyorkino construido completamente en plató. Un homenaje al ‘voyeur’ que todos llevamos dentro repleto de inteligencia y buen hacer por parte del ‘mago del suspense’.

En una isla tranquila, al sur (Delmer Daves, 1959)

La banda sonora de A summer place, como se titula originalmente este ‘culebrón’ típico de los 50, es tan popular que ha sonado en multitud de películas. Protagonizada por los ídolos ‘teen’ de la época (Sandra Dee y Troy Donahue) se trata de una historia folletinesca al estilo de Douglas Sirk en donde no faltan ni la playa ni los cuerpos esculturales de sus estrellas principales.

El nadador (Frank Perry, 1968)

El paseo por las piscinas de los vecinos de un hombre de mediana edad sirve para destapar las miserias de unas personas consumidas por el materialismo y el vacío existencial. Un American Beauty veraniego que se vale de una conmovedora interpretación de Burt Lancaster y de los aires contestatarios de finales de los 60.

Verano del 42 (Robert Mulligan, 1971)

Todo un experto en explotar la nostalgia por la infancia o la adolescencia, Robert Mulligan prácticamente inventó este subgnénero que afecta a los recuerdos de la primera época de la vida. Un adolescente, una playa, y una mujer que espera a su chico en plena Segunda Guerra Mundial: los ingredientes para fabricar el recuerdo del primer amor están servidos.

Las bicicletas son para el verano (Jaime Chávarri, 1984) 

Solo un genio como Fernando Fernán Gómez podría construir una obra en la que se destapa el alegre verano madrileño previo a la Guerra Civil. La versión cinematográfica contó con actores de la talla de Agustín González, Victoria Abril o Gabino Diego.

Cuenta Conmigo (Rob Reiner, 1986)

La ‘reina’ de todas las películas sobre pandilla de niños, esta historia de Rob Reiner se convirtió en un homenaje a los tranquilos años 50 y también en una de las cintas que más impactaron a los más pequeños en los 80. Cuatro niños y sus vacaciones de verano, dedicadas a buscar el cadáver de un chico atropellado por un tren, son la excusa perfecta para este homenaje a la amistad infantil en el que aparecía un jovencísimo River Phoenix. Basada en un relato corto de Stephen King, a este le gustó el resultado bastante más que El resplandor de Kubrick, basada en otra de sus novelas.

Verano en Louisiana (Robert Mulligan, 1991)

De nuevo la infancia y de nuevo los años 50. De nuevo Robert Mulligan explorando los veranos de nuestros mejores recuerdos. Sin embargo, hasta a los críticos más exigentes les gustó esta pequeña historia sobre el verano de una niña que pasa a ser una mujer en la década de Elvis. La película también es una oportunidad para comprobar las precoces habilidades interpretativas de Reese Whiterspoon.

Mi chica (Howard Zieff, 1991)

Podría ser una versión venida a menos de Verano en Louisiana: se estrenó en el mismo año, tiene a una niña rubia como protagonista y se desarrolla en una época (los 70 en este caso) anterior a su año de realización, pero Mi chica fue mucho más que eso. Se promocionó como la película en la que Macaulay Culkin besaba por primera vez a una chica. Sin embargo, los padres que esperaban otra comedia del protagonista de Solo en casa salieron escandalizados ante el trágico final del film. Como Pretty WomanStand by me, películas tituladas como una vieja canción de los 50 o los 60, My girl dio nueva vida al tema del mismo título interpretado por The temptations. Veinte años después, es una de las cintas favoritas de Amenábar y triunfa en audiencia cada vez que es repuesta en televisión.

Amigas para siempre (Lesli Linka Glatter, 1995)

Versión femenina de Cuenta conmigo, la película contó con la participación de Demi Moore, Melanie Griffith o Rossie O’Donnell. Lo más interesante, sin embargo, eran sus jóvenes estrellas: de Thora Birch a Cristina Ricci pasando por Devon Sawa: un catálogo completo de estrellas juveniles de los 90. Si a eso se le suma una más que interesante banda sonora, la fórmula está servida: una película muy veraniega. 

Héroes (Pau Freixas, 2010)

Remedo de las películas norteamericanas sobre pandillas, Freixas rindió homenaje a los que fueron niños en los 80 y les tocó el corazón colocando la mítica Forever Young en algunas secuencias. Una película sobre veranos inolvidables que hizo llorar a todos los que la vieron en el Festival de Cine de Málaga.

Ya sea como reclamo comercial o como estampa de la nostalgia infantil o adolescente, el verano se ha paseado por infinidad de películas a lo largo de la historia del cine. En algunas ocasiones, divertido y festivo. En otras, teñido de melancolía. Más de una película lleva la palabra ‘verano’ en su título y, en más de una ocasión, no se trata de cintas ligeras o festivas, sino de  profundas reflexiones sobre el ser humano y las vacaciones que hacen mella en él. Este es un viaje por las películas que han reflejado el verano en todas sus variantes: