Ángels Barceló: "Es difícil hacer periodismo en televisión"

Ángels Barceló regresa a la televisión de la mano de Discovery Max y la superproducción internacional Y el mundo cambió, una serie de documentales sobre aquellos inventos que cambiaron el mundo. La serie se adentrará en historias cotidianas de personas anónimas cuyo esfuerzo e imaginación dio como consecuencia algunos de los avances más importantes para la Humanidad.

Y el mundo cambió recreará las conexiones personales que hicieron posible estos logros, y lo hará utilizando todos los recursos técnicos imaginables. Desde maquetas a gran escala a los últimos gráficos por ordenador, pasando por planos imposibles de grabación, imágenes térmicas o de satélite nunca vistas, cuidadas recreaciones y, sobre todo, un elenco de personalidades participantes de auténtica excepción.

¿Cuál es el gancho de Y el mundo cambió?

El gancho es que descubres cosas que nunca te has planteado: ¿de dónde sale la batería del móvil? ¿por qué vuelan los aviones? Y además te lo cuenta de una manera que te quedas pegado y con unas dramatizaciones bestiales. 

¿Y ha descubierto por qué vuelan los aviones?

No. Tengo un problema: hay ciertos temas que no me entran. Sé lo de la despresurización de las cabinas. Pero creo que me resisto porque perdería la magia.

En la presentación, el público se ha reído al ver a Boris Izaguirre comentando alguno de estos inventos. ¿Te parece el criterio propio a la hora de seleccionar a personalidades?

Boris tiene un engancho terrible. A veces es difícil llegar a su contenido pero sabe muchísimo. Los que no son expertos hablan de lo que les ha aportado estos inventos, lo que dirían los ciudadanos. De todas formas, yo no he participado en la elección. Son gente próxima a todo el mundo. 

Dice que el teléfono móvil cambió su vida profesional. ¿Qué decisión le cambió la vida?

Dejar la televisión porque me ha permitido hacer periodismo como yo lo entiendo. En la radio es el único medio en el que puedo hacer el periodismo desde que saludo hasta que despido. La tele me encanta, me apasiona, pero de vez en cuando uno tiene que salir de ahí. Puede parecer frívolo, pero es estupendo ir a trabajar sin pintarme... Además, soy una persona cíclica y necesito que mi trabajo me apasione, me emocione. Cuando me fui de la tele ya no estaba disfrutando.

¿Ve difícil hacer periodismo en televisión?

Sí. 

¿Cree que hay algún programa que lo haga?

Me pones en un poblema.

¿Qué le parece entonces Salvados?

Es un gran programa de televisión, lo he dicho en otras entrevistas y lo vuelvo a repetir. Lo lleva de manera brutal Jordi Évole, al que quiero y admiro. Pero yo no lo calificaría como un producto periodístico. Es un programa de televisión con contenidos periodísticos. Me resisto a pensar que el único programa periodístico sea éste. Si me tengo que quedar con uno, me quedo con él. Pero al margen de este tipo de programas, se podría hacer otro tipo de programas. Yo lo que me encuentro es que al ser un personaje ambiguo, le dan entrevistas que a mí no me dan. 

¿Y en informativos? ¿Cuáles sigue?

Yo seguía hasta hace muy poco los de TVE, pero también encuentro algunos problemas. Suelo ver todos los informativos.

¿Se alegra de no tener que dar paso a la última sensación de YouTube?

Mucho. Es una de las cosas por las que decidí salir de la televisión. E insisto, es un medio que me apasiona. De hecho cuando estuve en la revolución de Egipto me dio pena no poder contarlo en la televisión porque era imagen pura.

¿De qué cojean los informativos?

Lo que pasa en YouTube yo ya la puedo ver. Me gustaría que contaran realmente las cosas, que apuesten por la información en serio. Hay un corto de un chico que ha viajado hasta Irak y Afganistán pagándoselo de su bolsillo para contar lo que allí pasa y las cadenas no lo quieren. Afortunadamente las audiencias de la radio se miden cada tres meses y eso nos da tranquilidad para trabajar.

¿Por qué triunfa su programa?

Porque tenemos muy claro lo que queremos hacer: contar las cosas bien, con calma. Queremos que la gente que entrevistamos nos cuente la verdad, no nos mienta. Somos honestos con nuestra profesión y con la gente que nos escucha. No sé trabajar de otra manera.

¿Cuál es el periodismo que le gusta hacer?

Contar las cosas en una empresa que me deja total libertad para contarlas, en un espacio amplio para que entre todo, para reflexionar. El miércoles me fui contenta a casa por haber tocado todas las aristas en la Huelga General. No es nada del otro mundo, no estoy inventando nada.

¿Puede el periodismo cambiar el mundo?

Si no cambiarlo, sí ayudar a que la gente reflexione. Tal y cómo estan las cosas, nuestro papel es muy importante.

Pero cada vez somos menos. ¿Cómo ve por ejemplo la situacion de su grupo?

Mal. Con dolor. Ha habido un ERE en PRISA pero antes lo hubo en la SER. Después de la construcción, somos el sector donde más gente se ha ido a la calle. A veces te da pudor decirlo, porque piensan que es coroporativismo. Pero es que yo estoy rodeada de amigos y compañeros que están en paro. Y lo peor de todo es que si te echan de tu trabajo como periodista no puedes ir a ningún sitio, tienes que reinventarte.

¿Ve las tortas por ser tertuliano?

Claro. Es una salida que ha tenido mucha gente. Al final disculpo muchas actitudes porque todos tenemos que pagar nuestras hipotecas. Claro que hay presiones. Hay gente que se ha quedado sin nada y en una edad donde es dificil reinventarse.

Decía que espera que no se recuerde esta época porque el mundo cambió a peor...

Estamos viviendo una regresión total. Siempre que la gente se ha movilzado ha sido para conseguir derechos o libertades y ahora es para no retroceder. No estamos pidiendo que nos den 45 días por año trabajado sino por no retroceder. En este país no se invierte ni en investigación ni en nada.

¿La crisis agudiza el ingenio?

Tiene que hacerlo. Al final todos tenemos que buscarnos la vida como podemos.

¿Cómo ve las redes sociales? Mucha gente se piensa que por hacer un tuit ya es periodista... 

Sí, se ha dado el carnet de periodista a mucha gente. Yo no tengo la licenciatura acabada, me queda una asignatura para acabar. pero creo que he demostrado en treinta años que para algo sirvo. Me ha costado entrar en redes sociales, pero reconozco que es una herramienta de trabajo fundamental. No obstante, hay que contrastarlo todo.

¿Qué asignatura le queda? ¿Se la sacará?

Teoría e Historia de la Imagen. Pero no voy a sacármela. Me pilla ya mayor. Un día iba en el avión con el decano de la Facultad de Periodismo y me decía que no tenía vergüenza.

¿Cómo recibió el Ondas? ¿Aumenta el ego?

A mi edad el ego ya sé donde lo tengo. Yo creo que es la recompensa al trabajo.