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La Generación E.T. y el valor de la amistad
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La Generación E.T. y el valor de la amistad

“Mi casa, teléfono”, decía hace ya más de treinta años un pequeño extreterrestre llamado E.T. Una frase que se quedó clavada en la mente de millones

“Mi casa, teléfono”, decía hace ya más de treinta años un pequeño extreterrestre llamado E.T. Una frase que se quedó clavada en la mente de millones y millones de niños que gracias a la cinta de Steven Spielberg aprendieron cuáles son los verdaderos valores de amistad. Ellos son la Generación E.T., una generación que ahora ronda la cuarentena pero que sigue recordando con emotividad una película que ha conseguido mantenerse joven gracias a la genialidad de su director.

"Hemos cambiado mucho como sociedad, pero el cine sigue trasmitiendo. ET es una cinta que sigue entusiasmando, que sigue manteniendo su color, su calor", comenta a Vanitatis Antonio Menéndez, director de marketing de Paramount Pictures Home Video, compañía que acaba de lanzar un estudio sobre esta generación con motivo de la onomástica de la cinta y el lanzamiento en Blu Ray de la misma.

El estudio, en la que han participado 'niños de cuarenta' , ha vuelto a poner de manifiesto la importancia de una cinta que marcó un antes y un después en las vidas de millones de personas. "E.T. nos demostró valores como la lealtad, el honor o el propio valor expuestos de una forma natural", comenta Menéndez. Unos principios tan necesarios en una época en la que la sociedad sufre una importante crisis de valores. "Lo positivo de una cinta así es que da motivos para la esperanza", añade.

Y aunque hayan pasado ya 30 años de su estreno, la cinta sigue joven. Prueba de ello es que un gran grupo de niños que vieron por primera vez la cinta en los estudios de Paramount salieron aplaudiendo el final de la historia y repitiendo la conocida frase del extraterrestre "Mi casa, teléfono" (E.T. phone home), la cual ha sido clasificada en la decimoquinta posición de las 100 citas de película del American Film Institute.

¿Una segunda parte?

Lo curioso del estudio es que un 70% de los encuestados estaría dispuesto a ver una segunda parte de la película. "No hay ninguna iniciativa. Eso está en manos de Spielberg. Sería algo muy peligroso ya que es una pequeña obra maestra. Conllevaría un gran riesgo, que no esté a la altura de las expectativas. No obstante, tendría su morbo. ¿Cómo sería ET?", explica el directivo.

No obstante, aunque esa secuela no vea nunca la luz, muchos críticos consideraron el año pasado que E.T. ya tiene una heredera: Super 8.  "La cinta de J.J.Abrams es una cinta fantástica llena de aventura e inocencia y en la que se consigue un gran nivel de emoción. Es una montaña rusa que logra poner nuestro corazón en un puño. El propio Spielberg dijo que Abrams es uno de los cineastas más prometedores", confiesa Menéndez. 

“Mi casa, teléfono”, decía hace ya más de treinta años un pequeño extreterrestre llamado E.T. Una frase que se quedó clavada en la mente de millones y millones de niños que gracias a la cinta de Steven Spielberg aprendieron cuáles son los verdaderos valores de amistad. Ellos son la Generación E.T., una generación que ahora ronda la cuarentena pero que sigue recordando con emotividad una película que ha conseguido mantenerse joven gracias a la genialidad de su director.