Bertín Osborne, el Cordobés, dos esposas venezolanas y un 'casoplón'

La finca de Manuel Díaz, el Cordobés, en Sevilla ha sido el lugar elegido para su encuentro con Bertín Osborne. Ya se sabe, en casa propia siempre se juega con ventaja y eso da pie a desnudarse emocionalmente con mayor facilidad. La voz en 'off' de Bertín empieza recordando lo dura que fue la infancia de su invitado. "El hambre es muy mala", asegura el torero. 

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El Cordobés llega con la compra en una cocina donde le espera su segunda mujer, Virginia Troconis. Mientras, Bertín y su mujer, Fabiola, conducen hasta la casa y discuten sobre qué pareja cocinará mejor. Vamos, un 'MasterChef' en toda regla. Sin embargo, lo mejor está por llegar. La entrada a la finca del torero es espectacular y denota lo mucho que el campo significa para Manuel. Una vez dentro de la casa, las dos parejas discuten qué cocinarán cuando termine la entrevista. Nos falta que aparezca Chicote para rematar el momento 'Top Chef'.

Su foto con Manuel Benítez, su padre

La cosa empieza fuerte. El torero le enseña a Bertín la única foto que tiene con Manuel Benítez, el padre que nunca ha querido reconocerlo: "Es la única instantánea que tengo junto a él. Yo creo que no se lo esperaba". El momento tuvo lugar durante un evento en el que llevaban a jóvenes toreros a conocer a grandes figuras de la profesión. Colocada en el salón de la casa ocupa un lugar privilegiado junto con otras fotografías de la familia.

El torero recuerda con especial cariño a su abuela, con quien pasó mucho tiempo y a la que le agradece ser como es hoy. Reconoce que es una persona muy familiar y que los suyos son lo más importante que tiene en la vida. 

Así se enteró de quién era su padre

"Mi abuela decía a todo el mundo que yo era hijo del Cordobés. Nunca se me ocultó la verdad y yo estoy agradecido por ello porque no fue un trauma", asegura. Manuel reconoce que se da cuenta ahora de todo lo que se perdió por no crecer al lado de su padre: "Nunca he coincidido con él, a excepción de la foto que tengo con él. Yo sé el vacío que tengo en mi alma y mis hijos siempre me preguntan por el abuelo". 

El Cordobés cuenta que su madre conoció a su padre cuando ella trabajaba en una casa en Madrid. "Decía que era muy feo, pero algo tenía y le hizo tilín. Era un hombre con mucho poder y comenzaron a salir. Cuando mi madre llegó embarazada, a mi abuelo le sentó fatal", asegura. Bertín le confiesa que su primera borrachera se la pilló con Manuel Benítez. Paradojas de la vida.

"Yo me hice torero para llamar la atención de mi padre. Quería estar más cerca de él. Encontrarme en algún tentadero, yo lo idolatro. Quería hacer todo lo que él había hecho", afirma tajante Manuel. Sin embargo, reconoce que da por perdida la posibilidad de mantener contacto con él o coincidir en algún momento.

Divertido, Manuel recuerda el día en el que saltó al ruedo como espontáneo para estar más cerca de su padre: "Me comí el bocadillo del policía cuando me sacaron de la plaza". También reconoce, en cuanto a su profesión, que hubo un momento en el que la fama lo saturó: "Era bonito, pero se me fue la pinza". 

Su relación con Vicky Martín Berrocal

"Conocí a Vicky en una corrida de toros", afirma. Después de brindarle un toro, se intercambiaron los teléfonos y estuvieron saliendo durante dos años sin que nadie lo supiera. "Vicky tiene mucho carácter, es guapísima y muy inteligente. Yo decidí que quería estar con ella y eso me costó romper profesionalmente con la persona que me descubrió", recuerda.

"Éramos muy jóvenes cuando nos casamos", asegura sobre su primer matrimonio. Manuel cuenta que, tras su divorcio, su principal objetivo fue que su hija en común, Alba, no sufriera. Virginia, la actual mujer de Manuel, le cuenta a Fabiola que Vicky es una amiga más. 

Su faceta como padre

"Soy un desastre porque les consiento en todo", afirma Manuel. El torero confiesa que tiene una técnica con su mujer, Virginia, que es decirle siempre a todo que no y luego ya negocia. El Cordobés también ha querido decirle a Bertín que lo admira como padre por su valentía.

El cuadro más importante de su vida

Manuel no duda en enseñar a Bertín un cuadro donde aparece pintado su padre, Manuel Benítez, y que le regaló su hija Alba por un cumpleaños.

Y como diría Eva González, "concursantes, a la cocina". Por fin llega el momento en el que vamos a ver a Bertín hacer un huevo frito. Mientras los cuatro preparan la cena se oye música romanticona que nos hace plantearnos si los editores del programa no son los de '¿Quién quiere casarse con mi hijo?'. Un momento, la cosa mejora. Bertín se ha comido un huevo crudo. 

Bajo la atenta mirada de las mujeres de la casa, Bertín consigue hacer un huevo. Nunca habíamos oído a Bertín y señora hablar tanto de los huevos del primero. He aquí la obra de arte culinaria del presentador.

Orgulloso, Bertín posa divertido con Manuel y su plato titulado 'Los huevos de Bertín'.

Más que una casa, un 'casoplón'

Si algo queda claro es que ya quisiéramos nosotros vivir en la mansión campera del torero. Aunque las cámaras no han mostrado mucho, en plan que no nos han hecho el tour que hiciera Bertín con la suya, lo que nos han enseñado nos ha dejado tal que así.

La casa es de estilo rural con puertas de madera y espacios amplios. Pero lo mejor de todo son las vistas.

Y como colofón final, un bailecito al son de 'My Way'. 

Aquí tienes cómo ha sido el inicio de la entrevista.

¿Qué nos deparará el siguiente programa de 'En la tuya o en la mía'?

 

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