Alyson Eckmann "muere" por entrar en 'Supervivientes'

A punto de estrenar 'Me lo dices o me lo cantas' en Telecinco, la americana hace un pequeño balance de la etapa profesional que está viviendo y Alyson Eckmann cuenta en Telecinco.es cómo es su vida tres meses después de llevarse el maletín del triunfo en 'GH VIP 5'.

Ha tocado varios palos en esto del espectáculo, donde además de ser reportera y trabajar como locutora de radio, ha actuado y cantado. A estas alturas de su vida, con 27 años, la joven cuenta en la web que no tiene muy claro por dónde decantarse desde el punto de vista profesional: "Haría cualquier cosa con la que me lo pase bien y me guste... Me divierte mucho entrevistar y hablar con la gente, pero también me lo paso muy bien como actriz y cantar es algo que me sale del corazón y me encanta".

Eso sí, Eckmann no tiene ningún problema en reconocer que esto de la televisión le gusta y no le importaría repetir participando en otro de los grandes formatos de Mediaset: "¡Me muero por entrar en 'Supervivientes'! Creo que es una experiencia única, yo quiero saber lo que pasaría con mi cuerpo ahí, sin comer. Nunca he estado en una situación tan extrema y me gustaría vivirlo".

A pesar de que la modelo se perfila como una de las concursantes más destacadas de 'Me lo dices o me lo cantas', tiene claro que no se ve labrando un futuro en el mundo de la música. "La canción que escribí en la casa de 'GH VIP' fue la primera que escribí en más de un año y fue precisamente porque estaba a mi bola. Me encantaría sacar un disco o más canciones, pero para mí es un hobby. Creo que ganarse la vida con la música es algo muy difícil al que hay que dedicar mucho tiempo y yo en este momento de mi vida no estoy dispuesta a hacer eso", explica.

"No estoy loca de verdad, no soy tonta"

A pesar de que Alyson tiene un físico espectacular, señala que "tiene complejos" y que no es demasiado pudorosa, como ya demostró en la casa de 'GH'. "Complejos claro que tengo. Yo tengo mucha espalda, soy muy alta, pero no pasa nada, es mi cuerpo y no puedo cambiarlo. Yo me di cuenta en la casa de 'Gran Hermano' de que no hay que tener vergüenza a admitir que tengo bigote y me lo quito. ¡Pues claro! Es guay decirlo, bromear, y necesario para que las mujeres y los hombres lo normalicen, porque no pasa nada, pelos tenemos todos", señala.

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