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Edurne afronta su último ensayo ante unas apuestas que la sitúan en el número 12
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viena se prepara para eurovisión 2015

Edurne afronta su último ensayo ante unas apuestas que la sitúan en el número 12

La gente, ya sea en grupos o familias, comentan por la calle, e incluso cantan. No es raro ver a eurofans que se paran entre ellos, sin conocerse, intentando hondear su bandera más alto

Foto: Edurne en uno de los ensayos
Edurne en uno de los ensayos

Llueve en Viena, pero el ambiente de la ciudad es ajeno a todo ello. No hay nadie que no sepa que hoy se celebra la final eurovisiva, y que el reinado de la flamante ganadora del pasado año, convertida en ídolo austriaco, Conchita Wurst, llega a su fin. La gente, ya sea en grupos o familias, comentan por la calle, e incluso cantan. No es raro ver a eurofans que se paran entre ellos, sin conocerse, intentando hondear su bandera más alto o haciendo quinielas improvisadas. Es fácil mezclarse con ellos y animar el debate.

"Rusia", dicen unos portugueses que han tenido que ver cómo su país no conseguía llegar a la final, con una candidata en la que ellos mismos no creían. Pero sí en la rusa Polina Gagarina, de la que incluso se atreven a cantar la canción en medio de la calle y a imitar sus gestos, a pesar de la lluvia. "En la sencillez también está el gusto, es impresionante verla cantar con esa voz y con un mensaje tan positivo". Para María Medeiros, A million Voices resume la esencia del festival y responde al mensaje positivo de su eslogan, "construyendo puentes". Enseguida intervienen unos irlandeses, que apuestan por sonidos más comerciales como Australia o Suecia. "Son canciones pegadizas y muy divertidas, y se pueden escuchar en cualquier parte del mundo", opina John Brown.

La puesta en escena de Suecia también impresiona, "es muy divertido ver cómo el cantante juega con los muñequitos", añade. Tanto este irlandés como muchos eurofans desconocen el supuesto plagio de este artista con esta puesta en escena, y cuando se enteran, no le dan mucha importancia. "Y, ¿qué hay de España?" les pregunto. Ayer leyeron en la prensa austriaca que estaba considerada la nueva Shakira, y no pueden evitar imitar a la cantante colombiana con el grito de Edurne y su "Ieieeeo". Es divertido verles cantar así en medio de la lluvia, y tranquiliza que al menos identifiquen a nuestra representante con lo más significativo de la canción. La llenan de piropos pero no la ven ganadora. "Este año hay demasiados favoritos", justifica uno de ellos, que no obstante, subraya, "estará entre los 10 primeros, es una buena artista y lo demuestra con esta canción". Ojalá se cumplan sus augurios y no el de las apuestas: la web Oddschecker la sitúa en este momento en el número 12, por detrás de los marchosos Israelíes y el dúo de Eslovenia. Esa misma casa de apuestas, sigue situando a Suecia, Rusia e Italia en lo alto del podio y por este orden.

Los eurofans españoles que están cerca del centro de prensa desconfían: "Las apuestas también decían que Polonia no pasaría a la final o que Dinamarca sí lo haría; hay un margen de error a tener en cuenta", explica Antonio Rivero. El ambiente general entre los españoles y seguidores de Edurne -que los hay también de otros países- es el de la espera. La espera a la actuación de esta noche, en la que todos confían en que desafíe apuestas y logre llamar la atención en medio de un festival que este año se caracteriza por los efectos especiales sobre el escenario, frente una actuación, la de España, que recupera la esencia del espectáculo: una buena voz, una buena interpretación, una canción que genera recuerdo y una performance que no dejará indiferente.

Esta noche comprobaremos si el público europeo que tiene derecho al televoto valora esa esencia del espectáculo o se deja llevar por las luces y los fuegos de otras actuaciones.

Último ensayo de Edurne

Los 27 países que competirán esta noche por ser la mejor canción de Eurovisión se concentran en las horas previas al espectáculo para que todo salga como se ha ensayado hasta ahora. La delegación española espera "con muchas ganas que llegue el momento", dice el bailarín de Edurne, Giuseppe Di Bella, quién está seguro que la actuación de esta noche será una de las más llamativas de la final, tal y como contó a Vanitatis en esta entrevista. En estos momentos se encuentran en el Stadtehalle de Viena para realizar el último ensayo en un falso directo, en el que se espera que la realización austríaca potencie la belleza artística que tanto Giuseppe como Edurne realizan en el escenario con su coreografía.

Un buen espectáculo en general el que podremos disfrutar esta noche a partir de las 21,00 horas, retransmitido por el primer canal de TVE y contado en directo a través de nuestra cuenta en Twitter @vanitatis, con todos aquellos detalles que nadie cuenta y que a ti siempre te gusta saber.

Llueve en Viena, pero el ambiente de la ciudad es ajeno a todo ello. No hay nadie que no sepa que hoy se celebra la final eurovisiva, y que el reinado de la flamante ganadora del pasado año, convertida en ídolo austriaco, Conchita Wurst, llega a su fin. La gente, ya sea en grupos o familias, comentan por la calle, e incluso cantan. No es raro ver a eurofans que se paran entre ellos, sin conocerse, intentando hondear su bandera más alto o haciendo quinielas improvisadas. Es fácil mezclarse con ellos y animar el debate.

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