Las 9 razones por las que Edurne debería haber ganado 'MasterChef 5'

'MasterChef 5' ya es historia. Tras una dura batalla culinaria, y personal, Jorge Brazalez se alzó el pasado miércoles, 28 de junio, con el título de mejor chef de España en la quinta temporada del reality. El granadino no lo tuvo fácil, ya que se vio las caras con Nathan y Edurne en un asalto final a tres.

La vasca, veterana edición, ha sido la concursante de edad más avanzada de la historia de 'MasterChef' que ha logrado llegar a la final. Y, aunque no haya ganado, Edurne no ha escatimado en esfuerzo para hacerse con la victoria del concurso.

Desde EL CONFI TV hemos querido rendir homenaje al paso por el reality de la de Tolosa, desgranando nueve razones por las que la vasca hubiera sido una digna merecedora del puesto vencedor.

1. Un personaje de reality comedido

Edurne Trancho, de 65 años, y natural de Tolosa, ha resultado ser un descubrimiento para la telerrealidad. Con una aparentemente actitud despreocupada, la veterana se ha ganado el protagonismo de algunos de los mejores momentos de la edición.

Se ha quejado del equipo del programa por haberla peinado y vestido como Angela Merkel ("¡y yo no la puedo ni ver!"), se ha reído de sus peores creaciones e incluso ha protagonizado un agresivo y jocoso enfrentamiento con Loles León, donde amenazaban incluso con acabar a sartenazos.

Edurne pasó por un delicado momento en el concurso, en el que estuvo a punto de tirar la toalla

Son muchos los motivos por los que la de Gipuzkoa se ha postulado como un personaje perfecto para un programa como 'MasterChef'. Si bien sus actitudes y decisiones han marcado gran parte del concurso, sus actos han rondado exclusivamente temas ocurridos en las cocinas. Esto ha sido algo de agradecer, puesto que en un formato diferente fuera del hábitat culinario, probablemente Edurne no podría haber sido más que un incordio de personaje de quejas continuas.

2. Sus platos, prácticamente impecables

La jubilada ha demostrado haber llegado a 'MasterChef 5' conociendo el territorio de sobra. Ha resuelto varias capitanías (con mejor o peor desenlace) y ha conseguido la inmunidad en numerosas ocasiones. Y por si no fuera poco, los jueces de la edición confiaron tanto en la vasca que la catapultaron directamente al asalto final de la edición.

A pesar de que sus preparaciones han tirado más a la vertiente tradicional de la cocina, a Edurne no le ha temblado el pulso a la hora de enfrentarse a otro tipo de menú que la sacara de su zona de confort. Por sus manos han pasado asados, cocidos y arroces que ha trabajado con la misma soltura con la que lo ha hecho, por ejemplo, con las esferificaciones y los sifones.

3. Su peor momento en 'MasterChef 5'

Edurne ha tardado poco en destacar entre el resto de aspirantes. Sin embargo, cuando sus triunfos empezaron a convertirse en prácticamente una constante en cada una de las galas, la vasca recibió una de las peores noticias de su vida.

Mientras la veterana rodaba las entregas de 'MasterChef 5', su madre falleció. La concursante pareció encajar con brío la dura noticia y empezó a dedicar cada una de sus victorias a su "amatxu". No obstante, en aquel instante la suerte de Edurne sufrió un ligero traspiés y, tal vez debido a la presión por la cercanía de la final, y la tensión acumulada, hubo un momento de flaqueza en el que la vasca quiso tirar la toalla.

Fue tras ser capitana de uno de los equipos en la prueba de exteriores. Edurne quiso cargar con toda la responsabilidad del fracaso de su grupo y se culpabilizó de que todos los miembros (a excepción de ella, pues gozaba de inmunidad) tuvieran que enfrentarse a la prueba de eliminación. En aquella ocasión, Pepe Rodríguez consiguió alentar a la veterana, que supo remontar de su mala situación.

4. Líder y defensora de sus "nenes"

No fue necesario demasiado tiempo para que en 'MasterChef 5' se formaran las primeras alianzas. Edurne se postuló desde el comienzo como la clara dominante de su manada, en la que incluyó a Elena, Silene y Laila. Las aspirantes fueron apoyándose la una en la otra en cada cocinado y las más jóvenes protegieron a la veterana, convertida en mamá, en los momentos más difíciles.

Aunque el grupo fue cerrándose conforme las semanas avanzaban, la vasca nunca fue excluyente con casi ninguno del resto de aspirantes. Es más, la de Tolosa no dudó en animar y ayudar a todo concursante que tuviera cerca. La madre tiraba hacia su manada, que la priorizaba sobre el resto, pero pocas fueron las ocasiones en las que fuera en contra de otro concursante.

5. Tan guerrillera como cocinera

Precisamente, uno de los enfrentamientos (serios) más sonados de la vasca fue con Miri. Los concursantes, y una gran cantidad de espectadores, acusaron al reality de un supuesto descarado trato de favor hacia la bloguera catalana por otorgarle cierta ayuda en una de las pruebas de eliminación.

En aquella ocasión la vasca, que criticaba la jugada desde el balcón de la salvación, decidió boicotear la continuidad de su compañera en el reality no aplaudiéndola tras haberse librado de la expulsión. Edurne fue apoyada por Nathan en esta muestra de disconformidad con la decisión del jurado, y ambos concursantes fueron reprendidos por su actitud.

Jorge, de la amistad entre Silene y Edurne: "Ha estado con vendas en los ojos"

Una semana después, tras haber meditado sobre su actitud, Edurne reconoció que esta fue desmedida. "No tenía que haber hecho ese gesto de no aplaudir a la nena. Le pedí perdón", reconoció en la gala siete días después.

6. Traicionada por Silene

'MasterChef' es un reality culinario. Si bien lo importante del programa es aquello que se cuece en los fogones de la cocina, lo cierto es que la convivencia de los concursantes hasta su llegada a las galas condiciona de forma muy marcada el desarrollo de los acontecimientos.

Silene, uno de los bastiones de la vasca en el concurso, traicionó a Edurne. Eso es, al menos, lo que le confesó Jorge el día en el que la brasileña fue expulsada. "Me dijo que aquí no la conocemos nadie porque aquí está haciendo un papel", le dijo el granadino en el balcón de la salvación. "No creo que alguien que se lleva mal con mucha gente sea por equivocación de todos", añadió, en lo que Edurne coincidió.

El ganador de la edición le explicó cómo presuntamente Silene responsabilizaba a la vasca de cosas que ella misma había dicho, todo ello a espaldas de su amiga. "Edurne ha estado con vendas en los ojos", aseguró Jorge.

7. Una final impecable

La participación final de Edurne no tuvo apenas peros. Y los pocos que surgieron, fueron porque los miembros del jurado se quedaron con ganas de seguir degustando las preparaciones de la vasca.

En la última batalla del reality gastronómico, la veterana protagonizó una especie de divertido flirteo con Joel Robuchon: chef de renombre invitado para juzgar las creaciones de los aspirantes. El hombre se mostró encandilado con el afrancesado intento de comunicación que hizo la finalista al explicar el menú que había preparado. Él estaba encantado con lo que la de Tolosa preparó e incluso le dijo que visitaría su casa para seguir degustando sus platos.

"¡Hay que preparar otra cama!", decía Edurne, encantada por cada uno de los halagos que le hizo el afamado chef a sus platos, a pesar de que ella se empeñó en verbalizar cada uno de los defectos que les veía.

8. Tierna... a ratos

Como una mole de roca dura, Edurne ha sido un territorio inexpugnable. La concursante se ha mantenido firme ante sus ideales y ambiciones, y aunque en ocasiones también haya pecado de ser excesivamente brusca, la de Gipuzkoa ha demostrado que bajo toda la piedra hay un corazón.

En su aislamiento, Edurne ha echado de menos a su marido. Mucho. Y así lo ha declarado en varias ocasiones. Tanto, que en la primera visita de los familiares, la de Tolosa se enfadó porque fue su hijo quien había ido a visitarla y no su pareja. "¿Dónde está mi marido? ¡Mi marido tiene que estar por aquí!", lo buscaba bandeja en mano. "¿Pero cómo preguntas tanto por tu marido si tienes aquí a tu hijo?", le riñó Eva González en el encuentro. "¡Este tiene a la novia todos los días! ¡Yo llevo dos meses aquí encerrada!", se quejaba la vasca.

La sorpresa le llegó pocas semanas después. Carlos, cónyuge de Edurne, por fin visitó a la aspirante en una de las pruebas del programa. Él apareció con un ramo de rosas en la mano y ella no intentó ocultar su emoción en el reencuentro. "Es un caballero de pies a cabeza. Tiene otras cosas, pero caballerosidad, desde la punta de los pies hasta los zapatos", dijo, mostrando su lado más tierno.

9. Protagonista por méritos propios

No hay razón que defina mejor a Edurne. Su paso por el concurso será recordado por su carácter dicharachero, divertido, su exageración, sus órdenes, sus bajones y remontadas y su simpatía.

La de Tolosa no ha necesitado meterse en otra piel que no haya sido la suya. No ha echado mano de elementos externos a la convivencia. Y, si ha hecho partícipe al espectador de una relación amorosa, esta ya llevaba cimentada fuera del programa muchos años atrás.

Edurne Trancho llegó a 'MasterChef 5' sabiendo dónde se metía. Sus artes culinarias embriagaron a los jueces, se entregó en cuerpo y alma al concurso, supo llegar hasta el final por sus propios méritos y cocinó durante una temporada momentos para recordar la edición con una sonrisa.