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Stop a las uñas mordidas
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Stop a las uñas mordidas

Los nervios, la ansiedad o simplemente la mala costumbre, hacen que muchos adultos se lleven los dedos a la boca y se muerdan las uñas de

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Stop a las uñas mordidas

Los nervios, la ansiedad o simplemente la mala costumbre, hacen que muchos adultos se lleven los dedos a la boca y se muerdan las uñas de manera compulsiva casi sin darse cuenta, afeando sobremanera las manos y afectando directamente a nuestra salud. Y es que se trata de un hábito cuyos perjuicios no son únicamente estéticos, sino que también puede generar infecciones y afectar a dientes y encías.

A pesar de ser una ‘manía’ difícil de erradicar, ya que requiere de una gran fuerza de voluntad y control sobre uno mismo, los profesionales de la belleza trabajan en idear soluciones para ocultar los daños visibles y ayudar a acabar con este hábito tan negativo. Si bien existen remedios caseros para evitar que nos mordamos las uñas, lo cierto es que los especialistas señalan que la solución más eficaz procede del campo de la psicología. No obstante, los centros de estética proponen una solución más sencilla, sobre todo para aquellos que lo han intentado todo sin obtener resultados.

Según asegura para Vanitatis Susana Salgado, directora del centro de estética Boconó, “las uñas acrílicas son muy recomendables para estos casos tan extremos, y el tratamiento está igualmente indicado tanto para mujeres como para hombres”. Este material (llamado así porque el polvo con el que se construyen es parecido al que se utiliza para hacer los empastes de las caries) es lo suficientemente fuerte para contrarrestar y corregir el crecimiento irregular de una uña mordida. De esta manera, manteniendo durante un mínimo de seis meses unas fundas acrílicas, daremos tiempo a que nuestras uñas crezcan sanas y durante todo ese tiempo luciremos unas manos envidiables (abajo, en la imagen). 

El acrílico es un material opaco, así que lo ideal es llevar las uñas esmaltadas, bien con brillo para darles un aspecto natural, o bien con nuestros colores favoritos. En Boconó, por ejemplo, terminan la manicura acrílica con un gel brillante que se seca en lámpara y aporta el acabado de un brillo sin tener que esperar. Salgado recomienda que “cuando se esculpe este material en uñas mordidas, se esmalten en color oscuro y cortas. Los tonos fuertes llaman la atención y evitan la tentación de comerse las nuevas uñas”.

Asimismo, el acrílico es el único material igualmente eficaz para reconstruir las uñas de los pies. “Si una uña no crece, se puede alargar sin problema gracias a este material”, comenta la responsable de este salón de belleza madrileño.

Acabado perfecto y fácil mantenimiento

Al lavarnos las manos con uñas acrílicas, debemos limpiar bien las cutículas y evitar que éstas queden húmedas. Conviene además no introducirlas en la boca, ya que la saliva puede levantar el material.

También es necesario masajear la cutícula como mínimo una vez al día con aceites no esenciales que contengan vitaminas y extractos botánicos. Estos actúan como agentes naturales calmantes y antisépticos. Si queremos cambiar de esmalte, lo mejor es utilizar un producto sin acetona.

El mantenimiento se realiza cada 15 o 21 días, ya que en las uñas mordidas el crecimiento es más rápido que en las normales. Las uñas esculpidas con acrílico no dañarán las naturales siempre y cuando se retiren en un centro especializado. De lo contrario, se corre el riesgo de que una capa de las naturales se extraiga con el producto.

Máxima perfección también para uñas sanas

“Quienes no tienen el problema de morderse las uñas también pueden disfrutar de unas manos excelentes en todo momento gracias al gel”, propone Susana Salgado. “Las uñas esculpidas en este material tienen un acabado de brillo, ideal para llevar sin esmaltar o con una sutil manicura francesa. Y lo mejor, su mantenimiento resulta más económico”, añade.

Su cuidado es igualmente sencillo y muy parecido al de las uñas acrílicas. Lo único que hay que tener en cuenta es que al lavarnos las manos deberemos secar bien la cutícula y masajearla con aceite a diario, y que al cambiar de esmalte no conviene utilizar acetona, ya que ésta elimina el brillo del gel.

Para retirarlas también es indispensable acudir a un centro de estética especializado, ya que sólo una buena técnica evitará que se dañen las uñas naturales. Y para mantenerlas siempre perfectas, cada 20 o 30 días es recomendable acudir a retocarlas.


 

Los nervios, la ansiedad o simplemente la mala costumbre, hacen que muchos adultos se lleven los dedos a la boca y se muerdan las uñas de manera compulsiva casi sin darse cuenta, afeando sobremanera las manos y afectando directamente a nuestra salud. Y es que se trata de un hábito cuyos perjuicios no son únicamente estéticos, sino que también puede generar infecciones y afectar a dientes y encías.