Laura Vela, la diseñadora española que le vendió seis bolsos a Sarah Jessica Parker

La protagonista de Sexo en Nueva York llegó a adquirir seis de sus modelos en un solo día, aunque también han lucido sus diseños las chicas de Gossip Girl, Olivia Palermo, las gemelas Olsen, la modelo Clara Alonso o la actriz Paula Echevarría. Pero más allá de la promoción que puedan darle estas y otras famosas, Laura Vela es un ejemplo de optimismo para los jóvenes españoles, y a sus 25 años rebosa talento a raudales.

"Trabajé algún tiempo en publicidad cuando llegué a Nueva York y tuve la suerte de coincidir con alguna celebrity que se interesó por mis diseños, los cuales por aquel entonces solo hacía por hobby. Cuando entraba a las tiendas y me preguntaban por mi bolso no creían que no tuviera firma, pensaban que no quería decirlo para que no me copiaran", confiesa a Vanitatis algo cansada por el jet lag y un estresante día de negocios en la capital, esta zaragozana afincada en la Ciudad de los Rascacielos.

Hoy, en plena búsqueda de un showroom en España a la altura de los que ya tiene en Nueva York y en Los Ángeles, no descarta volver a casa en cuanto tenga ocasión. Aquí está toda su familia, pero por ahora la Gran Manzana es su particular tierra de las oportunidades. Y es que Laura Vela no forma parte de la 'fuga de cerebros' que está teniendo lugar en nuestro país en los últimos años por culpa de la crisis: "Me marché por unos meses, para estudiar, pero la verdad es que todo se puso de mi parte para que me quedara más tiempo. Ya llevo un año y medio", explica.

Al otro lado del charco sus bolsos, manufacturados en Colombia y con pieles que ella misma selecciona en Argentina, ya se muestran en algunos escaparates junto a diseños de Prada o Chloé. "Son cueros de vacuno pintados a mano que imitan la piel del avestruz, el cocodrilo o el lagarto. Cuido mucho los detalles porque el mercado es muy amplio y muy difícil, y ahí radica la diferencia. En este sentido creo que hay que ser muy global, mirar lo que está pasando a tu alrededor, pues esto es lo que dicta las tendencias".

Con la arquitectura, el arte y la naturaleza como bases de su inspiración, Laura Vela nos ofrece una colección de exclusivos bolsos y carteras de mano con precios que en ningún caso superan los 500 euros, realizados de manera artesanal y con un denominador común: la mezcla de colores. Sus diseños están pensados para una mujer que valora la calidad y que marca tendencia pero que no se obsesiona con la moda, pues como ella misma defiende, "un bolso puede ser un fiel reflejo de quien lo lleva, por dentro y por fuera".

Aventurera y todoterreno

"Tuve la suerte de crecer viviendo con mi familia en diferentes lugares del mundo, y eso se aprecia en mis creaciones", comenta Laura Vela, quien tras graduarse en la escuela de negocios ESADE, se mudó a Nueva York para emprender estudios de diseño en la afamada Parsons School of Design.

Aquella decisión le daría el empujón definitivo pocos meses después. "Un día los profesores me dijeron que me presentara a la Semana de la Moda de Nueva York, sin ninguna expectativa claro está, solo para que se oyera mi nombre, pero la sorpresa fue que de más de 3.000 personas me seleccionaron a mí para presentar mi primera colección junto a diseñadores consagrados", recuerda emocionada. Sin embargo, el titular fue otro, y es que nunca antes se había elegido a alguien tan joven para esta gran cita. "En los siete días siguientes tuve que montar una entidad de marca". A partir de entonces decidió dedicarse a tiempo completo a diseñar y crear su propio sello.

Ni Loewe ni Chanel...

"Hoy por hoy no pienso en trabajar para otras marcas", asegura Laura Vela ante tal posibilidad. "Mi marca es parte de mi identidad, dice quién soy yo y lo que es para mí la moda. Mi deseo es expresar a través de mis diseños, sin palabras".

¿Y dentro de 10 años? "Me veo más tranquila, o eso espero", responde. "Ahora no paro. No solo soy diseñadora sino también empresaria. Voy de un lado para otro estudiando en seminarios, cazando tendencias, seleccionando materiales... De todo me encargo yo porque soy muy perfeccionista y porque creo que es ahora cuando he de darle 'mi toque' a todo lo que hago".

Su deseo para el año que está a punto de comenzar está muy claro: "Que mi firma se convierta en un estilo de vida, una forma de expresarse... en una estética".