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No me llames Gin Tonic, llámame Ginebra
  1. Gastronomía
SIBARITÉ

No me llames Gin Tonic, llámame Ginebra

Bien frío. Casi helado. Así se sirve el gin tonic. Pero cuidado con la mezcla, ginebra y tónica pueden llegar a ser dos personalidades arrebatadoras, y

Foto: No me llames Gin Tonic, llámame Ginebra
No me llames Gin Tonic, llámame Ginebra

Bien frío. Casi helado. Así se sirve el gin tonic. Pero cuidado con la mezcla, ginebra y tónica pueden llegar a ser dos personalidades arrebatadoras, y el encuentro explosivo. El 'boom' de esta bebida decimonónica tiene revolucionados los templos de la coctelería. Aquí y fuera de España. Hace una década todo era más fácil. La ginebra tenía el corazón de enebro y la tónica sólo se mezclaba con media docena de destilados. Hoy la promiscuidad es absoluta. En el panorama coctelero internacional han irrumpido la friolera de 300 marcas de ginebra y el cliente quiere probarlas todas. Cada día día una; cada copa, otra más ¿Hay gin tonic que lo resista?

 

Bien frío. Casi helado. Así se sirve el gin tonic. Pero cuidado con la mezcla, ginebra y tónica pueden llegar a ser dos personalidades arrebatadoras, y el encuentro explosivo. El 'boom' de esta bebida decimonónica tiene revolucionados los templos de la coctelería. Aquí y fuera de España. Hace una década todo era más fácil. La ginebra tenía el corazón de enebro y la tónica sólo se mezclaba con media docena de destilados. Hoy la promiscuidad es absoluta. En el panorama coctelero internacional han irrumpido la friolera de 300 marcas de ginebra y el cliente quiere probarlas todas. Cada día día una; cada copa, otra más ¿Hay gin tonic que lo resista?

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