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Cocina moderna con buenas intenciones
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restaurante lakasa

Cocina moderna con buenas intenciones

Hace ya casi año y medio que el madrileño Lakasa abrió sus puertas. Sé que, desde el primer momento, ha tenido una favorable acogida entre los...

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Hace ya casi año y medio que el madrileño Lakasa abrió sus puertas. Sé que, desde el primer momento, ha tenido una favorable acogida entre los gourmets y, sobre todo, entre el público, pero yo he querido demorar mi comentario a que estuviera rodado. La espera hamerecido la pena, pues todo lo que hemos probado nos ha gustado y el restaurante va redondo.

César Martin ha experimentado para dar con una carta que, mientras ofrece una gastronomía de calidad, puede renunciar a pequeños detalles que encarecen tremendamente el resultado sin ser esenciales en los platos. Así, obtiene una gran relación de precio-calidad. Aquí no veremos acompañamientos de caviar ni decoraciones sofisticadas, pero en lo principal no falla.

El local, discreto y agradable, está dividido zonas, lo que facilita cierta intimidad. Y el servicio sorprende por lo muy atento y siempre dispuesto a satisfacer las necesidades del comensal. Como muestra, no duden en solicitar platos para compartir, que se los traerán ya divididos para facilitar el proceso. Me ha encantado el detalle de tener a la entrada tarjetas de otros locales y negocios de amigos, como las deTreze o Aranzábal, entre otras, muestra de son buenas intenciones.

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Tiene la carta de la Lakasa un carácter eminentemente fresco y moderno, y con cierto sesgo hacia las bajas calorías, como sus vieirasa la brasa y pez mantequilla con loncha de panceta (16,5 €); su deliciosa ensalada de salpicón de mariscos, que se presentan casi crudos en un escabeche muy ligero (9'5 €), una media ración auténticamente deliciosa. Su salmorejo, aunque estaba bueno, ha sido tal vez lo que menos me ha convencido. Sin embargo, sus regatones con mollejitas de cordero en salsa de ortiguillas eran sensacionales. Y esto nos lleva a mi favorito: sus manitas rellenas de rabo, impresionantes y mucho más ligeras de lo que su nombre podría inducir, completa la carta una afamada muestra de pizzas y platos de caza, de gran reputación. De sus postres, la mousse de crema catalana y la pannacotta con pimienta deliciosos.

La bodega, tal vez demasiado escasa y desconocida para mi gusto, pero permite solicitar el vino por copas lo que se agradece. En resumen, Lakasa es merecedor del éxito alcanzado por la calidad de su cocina y por el precio que pagaremos, en torno a 40 €, ofrece al amante de la buena gastronomía una propuesta muy equilibrada y con un gran servicio. Todo ello se hace ser merecedor a mi recomendación BBB.

Lakasa. C/ Raimundo Fernández Villaverde, 26. Madrid. telf.: 91 533 87 15

Hace ya casi año y medio que el madrileño Lakasa abrió sus puertas. Sé que, desde el primer momento, ha tenido una favorable acogida entre los gourmets y, sobre todo, entre el público, pero yo he querido demorar mi comentario a que estuviera rodado. La espera hamerecido la pena, pues todo lo que hemos probado nos ha gustado y el restaurante va redondo.

César Martin ha experimentado para dar con una carta que, mientras ofrece una gastronomía de calidad, puede renunciar a pequeños detalles que encarecen tremendamente el resultado sin ser esenciales en los platos. Así, obtiene una gran relación de precio-calidad. Aquí no veremos acompañamientos de caviar ni decoraciones sofisticadas, pero en lo principal no falla.

El local, discreto y agradable, está dividido zonas, lo que facilita cierta intimidad. Y el servicio sorprende por lo muy atento y siempre dispuesto a satisfacer las necesidades del comensal. Como muestra, no duden en solicitar platos para compartir, que se los traerán ya divididos para facilitar el proceso. Me ha encantado el detalle de tener a la entrada tarjetas de otros locales y negocios de amigos, como las deTreze o Aranzábal, entre otras, muestra de son buenas intenciones.

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