La Caléndula. La cocina del paisaje en Girona

En una ciudad pequeña pero encantadora como Girona, es difícil sobresalir y destacar cuando trabajas codo con codo con el mejor restaurante del mundo (o casi), pero gracias a una gran dosis de originalidad, de hacerse diferente y de cocinar con personalidad, de escribir, de crear y de trasladar los colores y aromas del campo a la mesa, Iolanda Bustos, se ha hecho un hueco por meritos propios en la mágica ciudad de Girona, allí donde el río Ter, refleja sobre sus aguas, fachadas casi imaginarias. En mayo (del 10 al 18) Girona se engalana y viste sus piedras milenarias y porosas, sus patios, sus monumentos y sus rincones más secretos; con flores, en un gran festival de colores.

Desde hace más de un lustro, Iolanda, comparte con sus “invitados” una cocina abierta desde donde crea a la vista de todos. Una cocina de mercado potenciada por los aromas y colores de las flores que ella misma recolecta. La entrada, desbordada por plantas aromáticas, es ya toda una declaración de intenciones y una especie de aviso a navegantes. Las flores se integran en el plato, para darle color y sabor. Tanto sus platos como la sala, destilan la delicadeza y el espíritu de su creadora. Una cocina autóctona, abastecida con ingredientes locales y platos que realzan sabores de la zona de toda la vida.

Si es cierto lo de aquel adagio de que primero se come con la vista, aquí te conquistan en la primera mirada, los colores epatan al más pintado, después, el paladar se rinde fácilmente por el juego y el despliegue de sabores.

Iolanda va más allá y se atreve a producir su propia cerveza y un champán único. Fermenta la cerveza, Rocío Gala de Flores, a base de hibisco, caléndula, saúco y lúpulo. El champán de flor de saúco, es único y solo lo puedes probar en su restaurante.

Las carnes, hechas a la brasa de encina ¡Son excelentes! Ofrecen varios menús, uno compuesto de ensalada y carne a la brasa por solo 18€. Y el menú gastronómico de seis platos, por menos de 50€ ¡Toda una experiencia!

Su cocina es en definitiva un paseo por el paisaje gerundense, entre flores y brasas, aromas de pétalos y esencia de brasas. Iolanda Bustos sirve en la mesa, los olores umbríos del bosque, los aromas que trae la brisa desde el mar, el perfume del romero y del resto de hierbas que crecen en el bosque mediterráneo.

La Caléndula C/ Travessia de la Creu, 33, Girona