Estraperlo, el huerto en casa

La Alameda de Hércules es el mayor espacio abierto del centro urbano de Sevilla. Antiguo brazo del Guadalquivir, más tarde albufera y, a partir del s. XVI, escenario de la sociedad sevillana, diseñado para holgar y mostrarse. Gran paseo bordeado de frondosos árboles. Su valor ejemplar radica tanto por considerarse la más antigua alameda pública que se conserva en Europa, como por ser un lugar emblemático del urbanismo sevillano a lo largo de su historia. Aún si no quedan plantaciones de la época, solo su trazado y las cuatro columnas en cada uno de sus extremos recuerdan lo que pudo ser la intención del conde de Barajas de ennoblecer aquel charcón insalubre llamado Laguna de la Feria y transformar el sitio dotándole de un paseo de tres kilómetros bien plantado y coronado de alegorías a la gloria del emperador Carlos y de Hércules, mítico fundador de Sevilla.

Hoy la Alameda es lugar de confluencias. Para algunos el marco diario, para muchos una de las escenas donde la ciudad se representa. Mas, como todo lugar de éxito, su fama le lastra, al punto de convertirse en un tópico más de la ciudad “eterna”. Y esto se siente más en los establecimientos que en el espacio público, pues si este conserva un vigor envidiable, bares y restaurantes en particular no ofrecen mayor originalidad. Mas como en todo siempre hay excepción, entre las de aquí, me parece oportuno señalar a “Estraperlo”, un remanso de sencillez y buen gusto.

Ana Sánchez Casado es su ángel, de ella está el lugar impregnado o, mejor, es ella quien le otorga su cualidad primera: esmero. Si su madre fue una cocinera “exquisita”, Ana no empezaría a cocinar hasta fundar un hogar, para alimentar a sus hijos; aunque no fuera la única que se aplicara a los fogones pues tanto su esposo como su prole apreciaban aquel trajín. Antes de abrir Estraperlo, Ana hacía arquitectura de interior y rehabilitación, aplicando ese saber en la hechura de su actual espacio.

El local lo compró hace tiempo, con su hermana, llevadas por la idea de, llegado el día, montar una “tienda” de productos ecológicos pues la echaban de menos en la Alameda. De ahí se fue perfilando el concepto de cocinar platos para llevar y algún que otro taller sobre temas culinarios que finalmente es lo que mejor funciona.

Cocina del huerto de tinte familiar, encontró su público para reuniones amigables en torno a una mesa clásica de 6-8 personas. Cocina exquisita, franca, sabrosa y equilibrada. Predominan verduras en ensaladas finas y gazpachos, legumbres en potajes y otros platos de cuchara; guisos de temporada en los que carne o pescado encuentran su lugar apropiado. Es conveniente reservar con antelación y adecuar el menú con Ana en función de gustos y mercado. En ESTRAPERLO, se puede aprender y disfrutar una amplia gama de propuestas: cocina andaluza, peruana, oriental, con algas, ensaladas, pasta fresca, cerveza artesanal… “Todo tipo de actividades para mentes inquietas”.