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La Candelita, donde arden los fogones del Caribe
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La Candelita, donde arden los fogones del Caribe

La esencia del Caribe en Madrid: sabor, pasión y buenos platos, en un local cálido donde conviven matices del trópico en el mejor ‘estilo libre latino’

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La esencia del Caribe en Madrid, sabor, pasión y buenos platos en un local cálido, situado en el corazón de la ciudad. En La Candelita conviven sabores y aromas del trópico, al mejor ‘estilo libre latino’.Un destino para paladares curiosos ávidos de probar buena cocina de otras latitudes. Un restaurante que en sus cuatro años de existencia no ha cesado de conquistar adeptos. Y es que tiene con qué.

Autenticidad, exotismo y pasiónson los tres adjetivos que reflejan el espíritu de este restaurante. Es una cocina que emociona gracias a un trabajo honesto que muestra las tradiciones culinarias de un destino a muchos kilómetros de distancia. Por eso, se ha convertido en una referencia imprescindible al hablar de la cocina latinoamericana en Madrid.

Una fachada de madera envejecida sirve de antesala a un espacio interior que desborda buen gusto. La inspiración caribeña se percibe en cada detalle. Todo está a punto para comenzar un viaje de sabores que nos adentre en las profundidades de una carta basada en el recetario latinoamericano, actualizado con ciertas dosis de creatividad. José Zapata, su chef, propone “un rescate de las tradiciones culinarias latinoamericanas, con sabores y emociones propias. Llevar a los platos toda esa herencia sociocultural y rendirle tributo al mestizaje”

Comenzamos con unas empanaditas fritas de maíz rellenas con dos sabores diferentes: dominó (queso blanco fresco rallado con frijoles negros) y pescado, acompañadas con un guacamole que emociona por sus matices y un aguacate fresquísimo. Un entrante de lujo.

La próxima estación nos adentra en los ceviches. Sin duda, una de las grandes especialidades de la casa y que incluimos entre los mejores que hemos probado en Madrid. En esta ocasión, fue un ceviche de coco, elaborado con corvina fresca marinada en zumo de lima, leche de coco y ají amarillo. Todo un acierto, una delicada y explosiva mezcla de sabores. Un plato ‘goloso’ del que no nos cansaríamos nunca. Por su parte, el ceviche mixto limeño es otra gran elección, gracias al toque de ají rocoto que le otorga inmensidad en su sencillez.

Llega a nuestra mesa el asado negro, un plato típico de la gastronomía venezolana, que nos seduce por completo. Es un asado de buey dorado en caña de azúcar y estofado en su salsa, acompañado de puré de patatas. La carne es tierna y jugosa, yla salsatiene el punto perfecto de dulzor. Es un plato que evoca esa mezcla de sabores salados y dulces, tan propia del Caribe, que nos hace viajar y nos transporta a muchos kilómetros de distancia.

Probamos otro plato venezolano, una novedad que acaban de introducir en la carta: el tarkari de pollo con curry de coco, un auténtico hallazgo por su exotismo y el alarde arquitectónico de su presentación.

Un buen viaje merece un buen aterrizaje;por ello, no podemos dejar de recomendar los postres que tantas alegrías nos deparan. La sopa de maracuyá con helado de coco o el ‘negro en camisa’son dos imprescindibles.

Además, en La Candelita se puede disfrutar de un sabroso y equilibrado menú del día que permite probar las delicias de su carta latinoamericana en clave más actual; saborear el brunch venezolano de los domingos obrindar con unos sofisticados mojitos que nos parecieron de los mejores de la ciudad. Como guinda, la botillería, que cuenta con una selección de más de 50 rones premium de varios países del mundo.

La Candelita. Calle Barquillo, 30. Madrid. Tlf: 91 523 85 53. www.lacandelita.es

Patsy Montieles editora de www.madridseduce.com

La esencia del Caribe en Madrid, sabor, pasión y buenos platos en un local cálido, situado en el corazón de la ciudad. En La Candelita conviven sabores y aromas del trópico, al mejor ‘estilo libre latino’.Un destino para paladares curiosos ávidos de probar buena cocina de otras latitudes. Un restaurante que en sus cuatro años de existencia no ha cesado de conquistar adeptos. Y es que tiene con qué.

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