La enésima cruzada de Máxima y Guillermo contra la prensa: la decisión de un juez

Agosto de 2020. Los reyes Guillermo y Máxima se encuentran de vacaciones en Grecia, en su refugio veraniego. El mismo que les costaba un buen disgusto el pasado octubre, al decidir retirarse unos días allí coincidiendo con las vacaciones en el colegio de sus hijas. Una decisión cuestionada por la que tuvieron que pedir perdón, ya que la situación de pandemia de Holanda era en ese momento bastante crítica. Sus vacaciones de agosto fueron diferentes. Con el coronavirus en horas bajas, fueron semanas mucho más relajadas: hubo tiempo para visitar las islas de alrededor y para navegar en su moderno yate de dos millones de euros. Otro punto que también ha sido muy criticado en los últimos meses. Hasta hubo tiempo para que un paparazzi les 'cazara' en plena travesía marítima, con una Máxima espléndida en bikini.

Es una línea díficil de cruzar, puesto que los reyes holandeses hacen una separación radical de lo que es su vida pública y sus momentos privados y familiares. Y es raro que los medios holandeses la traspasen. Por eso, ningún medio de los Países Bajos recogió las fotografías, pero sí las dio en primicia un portal alemán, 'Bild', que además anunciaba el reportaje a bombo y platillo en sus redes sociales. Un reportaje, por otro lado, con gran valor y que en cualquier otra situación no supondría mayor problema, dado que se encontraban navegando en un lugar totalmente público. Pero empezó a notarse que algo pasaba cuando las fotografías fueron retiradas del reportaje, que aún aparece publicado en su web, pero sin las imágenes.

Unas semanas después, ya hemos sabido el motivo de esta misteriosa 'desaparición'. Aunque el Servicio de Información del Gobierno, encargado normalmente de estos asuntos, no anunció en su momento si se tomarían medidas contra la publicación, sí se tomaron. El asunto se puso en manos de un juez, por lo que, hasta que hubiera una decisión al respecto, la publicación no podía mostrar las fotografías. Y finalmente, la resolución ha llegado este lunes y se ha fallado a favor de la Casa Real -siempre a través de este Servicio de Información-, prohibiendo la distribución de las fotografías. En caso contrario, la publicación, que ha aceptado la sentencia, tendrá que pagar 250.000 euros.

No es la primera vez que Guillermo y Máxima inician un procedimiento parecido contra la prensa, ni tampoco la primera que un juez les da la razón, distinguiendo su faceta pública de la personal. Ya hace años denunciaron a un grupo editorial por publicar unas fotos de su hija mayor, la princesa Amalia, jugando al hockey. La multa para la revista fue casi simbólica, pero sentaba un importante precedente. Tampoco podemos olvidar el vídeo que se grabó de Máxima y sus hijas el año pasado bailando en la Feria de Sevilla. Al conseguirse en una fiesta privada, el Servicio de Información del Gobierno prohibió su reproducción en todo el país, incluyendo redes sociales. Lo mismo pasaba hace casi un año, cuando la familia al completo, incluyendo a la princesa Beatriz y su consuegra, Carmen Cerruti, asistían al estreno de la obra teatral escrita por la heredera. Tanto la televisión que emitió el vídeo de la familia en el teatro como el redactor que lo consiguió estuvieron después vetados en el posado invernal de la familia.

Estas prácticas hacen muy difícil que veamos imágenes tanto de los reyes como de sus hijas saliéndose de la línea, como las fotografías de Alexia fumando, que rápidamente desaparecieron de las redes sociales.