El pasado lunes 14 de julio, Amalia de Holanda sorprendía al graduarse en Política, Psicología, Derecho y Economía (PPLE) por la Universidad de Ámsterdam. Arropada por casi toda su familia, la princesa recibió el título entre aplausos, acompañada por sus padres, los reyes Guillermo Alejandro y Máxima, sus dos hermanas y su abuela, la princesa Beatriz. Además de posar con orgullo junto a su certificado, también aprovechó la ocasión para reencontrarse con varios de sus compañeros de aula tras tres años de carrera.
El reencuentro, sin embargo, no fue del todo nuevo. Días antes, Amalia ya había compartido una escapada secreta con algunas de sus amigas más cercanas. El destino elegido fue Grecia, país donde la familia real neerlandesa suele disfrutar de sus vacaciones en su exclusiva villa. Aunque no se conocen con exactitud las fechas del viaje, se habría producido justo después del tradicional posado veraniego en el jardín del palacio Huis ten Bosch.
Durante su estancia en la región de Ermionida, las jóvenes vivieron días de relax y diversión. Contemplaron puestas de sol frente al Mediterráneo, montaron en motos de agua y posaron juntas en el puerto, inmortalizando su amistad al cierre de una etapa universitaria. En las imágenes compartidas, todas alzaban el brazo con actitud festiva, aunque también se percibía el esfuerzo de la princesa Amalia, aun en proceso de recuperación tras ser intervenida quirúrgicamente por una caída a caballo. Para la ocasión, la heredera lució un vestido camisero en tono púrpura, con top fruncido y delicadas líneas rosas en la falda, que combinó con un clutch plateado y unas sandalias a juego, en un estilismo juvenil y veraniego.
Aunque Amalia ha celebrado su graduación oficialmente, lo cierto es que aún no ha completado del todo el proceso académico. Y es que no podrá obtener su título hasta presentar y entregar su trabajo final de grado, un trámite que tuvo que posponerse a raíz del accidente a caballo que sufrió recientemente, según confirmó la Casa Real neerlandesa. No obstante, se espera que lo resuelva en un breve plazo.
El trabajo, que lleva por título “Más allá de la revelación: salvar la brecha entre la Ley de Inteligencia Artificial y la Carta de los Derechos Fundamentales con cuerpos profundos”, analiza el conflicto entre la normativa europea sobre Inteligencia Artificial y la protección de los derechos fundamentales. En él, Amalia aborda cuestiones clave del debate actual, como la necesidad de garantizar que el desarrollo y uso de la IA respete derechos básicos como la privacidad, la igualdad, la no discriminación y la libertad de expresión.