MFW
De Moschino a Versace: los desfiles de la Milan Fashion Week
No te pierdas los últimos desfiles de la Semana de la Moda de Milán.
Algunos de los desfiles más esperados de la Semana de la Moda de Milán ya han tenido lugar y nos han dejado muy buen sabor de boca, pero el espectáculo todavía no ha cesado. La teatralidad de Moschino ha vuelto a convertirse en uno de los momentos álgidos de una fashion week en la que Fendi ha apostado por la fuerza y ha dejado bien claro que, tras ver los desfiles de Max Mara y de Prada, las chaquetas XL son la prenda que hemos de comprar a la voz de ya. No te pierdas los mejores momentos de la Semana de la Moda de Milán.
Jeremy Scott ha llevado a María Antonieta a la pasarela de la mano de su último desfile para Moschino, un show no apto para diabéticos en el que los pasteles han desfilado preparados para ocasionar hiperglucemias a cada paso. Tras anunciar el director creativo que el desfile de su marca abandonaba Nueva York para adentrarse en julio en París, Jeremy deja claro tener ya la capital francesa en mente al apostar por un desfile en el que María Antonieta ha reinado.
Los peinados recordaban inconfundiblemente a los suyos, y el que las modelos se convirieran en pasteles nos ha hecho pensar inmediatamente en el mítico "¡Pues que coman pasteles" de la francesa. Por fin, la corte se viste con denim y con cazadoras biker, aunque lo ha hecho en Milán y no en Versalles, claro.
Los accesorios, con forma de pasteles, croissants y barras de pan, han hecho que los hidratos y los dulces tomen el mundo de la moda, algo bien complicado.
Fendi también ha invitado a los asistentes a un universo digno de Willy Wonka, pero esta vez por los sofás rosas en los que se han sentado. El glamour de los años 40 de Hollywood ha servido de base para la colección, aunque Ava Gardner ha sido bañada por un halo mucho más kinky que al que estamos acostumbrados. Por primera vez, dos modelos supersize se han subido a la pasarela de la marca gracias a Jill Kortleve y Paloma Elsesser.
Las propuestas de la marca vienen a señalar la forma en la que la mirada masculina determina los looks de las mujeres, que en este show se visten para sí mismas. Esa es la causa por la que el desfile ha apostado por la fuerza y no ha sexualizado en ningún momento a ninguna de sus participantes, que no parecían marionetas de la moda (ni de la moda), sino dueñas de su destino y de su armario.
Versace regresa con fuerza al calendario de la moda milanesa y apuesta por patronajes impecables en tonalidades brillantes, demostrando de nuevo que el color es la estrella de la temporada. Este diseño de raya diplomática está embellecido con detalles metálicos.
La V de Versace se reinterpreta para crear un estampado que recuerda al popular animal print. ¿Querrá este gesto alejarnos, poco a poco, de la logomanía?
El desfile ha hecho que el vestido icónico de JLo pecara de puritano ante minivestidos imposibles como el que ha lucido Bella Hadid, que ha hecho a la audiencia suspirar ante cada uno de sus majestuosos pasos al temer que enseñara más de lo pensado. La sensualidad de Versace, en definitiva, regresa en su máximo esplendor no solo en sus trajes, sino también en sus vestidos de noche. Bella Hadid ha desfilado con un diseño XXS verde, mientras que Kendall Jenner ha hecho lo propio con un diseño metalizado. Al fin y al cabo, la marca hizo de las supermodelos de los 90 su máxima y ha sabido hacer de las supermodelos del presente sus mejores aliadas.