UN ACCESORIO CON MENSAJE
¿Qué hay realmente detrás del nuevo pendiente de Pablo Iglesias?
Analizamos el significado del pendiente con el que el vicepresidente segundo del Gobierno ha revolucionado de nuevo las redes sociales y los códigos estéticos de la política
Hemos de comenzar el texto aclarando que no podemos negar la fuerza que la estética tiene en el mundo de la política a la hora de mandar mensajes. No solo son las mujeres las que ven cómo sus looks son analizados de forma milimétrica en cada una de sus apariciones, sino que los hombres también se enfrentan en ocasiones a auténticas radiografías estilísticas de sus looks con el fin de obtener del pormenorizado análisis una declaración de intenciones jamás verbalizada. En un mundo en el que la estética siempre prima, nos guste o no, es Pablo Iglesias, precisamente por salirse de la norma, quien se enfrenta con mayor asiduidad al implacable escáner al que expertos, seguidores y detractores le someten precisamente por ser el político que lucha por desencorsetar los férreos cánones estéticos en los que el mundo de la política se encuentra sumido. “Es verdad que la estética es una forma de mandar un mensaje”, confesaba Iglesias a Jordi Évole en ‘Salvados’, dejando así claro que el look de su última aparición televisiva no carece de un trasfondo.
El vicepresidente segundo del Gobierno ha vuelto a revolucionar las redes sociales a causa de su look. Pablo Iglesias ha inaugurado nuevo curso político en el plató de 'Al rojo vivo', donde ha sido entrevistado por María Llapart. Sin embargo, poco se ha hablado de sus palabras: las redes sociales parecían haber visto el programa en mute, pues estaban centradas en dos nuevos detalles. El líder de Unidos Podemos ha dejado atrás su famosa coleta y ha sorprendido con un nuevo pendiente que ha despertado todo tipo de comentarios. “A Pablo ya no le importa nada a estas alturas del partido lo que la gente diga sobre su look. Parece que en España cualquier excusa es buena para meterse con él; si lo hiciéramos con una mujer, sería intolerable. Lo que sí os puedo decir es que la gente tiene la sensación de que los políticos han de vestir de una determinada manera, pues parece que el traje y la corbata otorgan credibilidad, fiabilidad y la sensación de que están en el sistema, pero repasemos la historia de los políticos de este país enfundados en trajes hechos a medida y veremos que la honorabilidad no tiene nada que ver con ello”, explica Marc Giró, experto en moda.
Por su parte, el escritor Roy Galán coincide con Pablo Iglesias y con Michelle Obama en que la moda puede ser utilizada para mandar un mensaje. “Cuando hablamos de pendientes en los hombres no estamos hablando de un accesorio, ni de un adorno, ni de algo superficial: estamos hablando de algo político, de cómo somos leídos, estamos hablando de una disidencia de la masculinidad y de una resistencia a la expectativa ajena. Ojalá cada vez más hombres sean capaces de cuestionar lo impuesto, de poner en riesgo su masculinidad, de salir de esa cárcel y de ser libres. Porque cada hombre libre más lo que consigue es que en el futuro haya también más niños que no sean agredidos por no encajar con una idea única de lo que supone ser un niño, y sin esa agresión serán ellos, también, un poco más libres para ser”, explica el autor de ‘Fuerte’, que confiesa que a los 10 años vio cómo todo su colegio le retiraba la palabra por ponerse un pendiente.
Mientras que él señala que por aquel entonces los futbolistas todavía no llevaban joyas, por lo que eran un accesorio que la sociedad asociaba exclusivamente a las mujeres, asegura que no tendríamos que esperar a que los futbolistas (ni en la actualidad actores o tiktokers, por ejemplo) normalicen nada para que los hombres puedan empezar a ser los hombres son. “Por eso me parece tan necesario y fundamental descontextualizar nuestros cuerpos y colocarlos, de alguna manera, en lugares no esperados. Un hombre con un pendiente larguísimo y brillantísimo lo que está lanzando es un mensaje potente a la sociedad: ser hombre no es lo que tú me has dicho que es ser hombre. Ser hombre es ser y en ese ser puedo expresarme de la manera que desee sin miedo a que se me increpe como poco hombre por no seguir un mandato determinado”, afirma Roy Galán, que en su libro ‘Fuerte’ habla de la necesidad de una nueva masculinidad capaz de liberar a los hombres de la cárcel que construye una virilidad incapaz de permitir que pendientes y otros accesorios, así como gestos y actitudes, formen parte del universo masculino. Por ello, tal vez Pablo Iglesias esté por su parte derrumbando esa cárcel opresora.
La pasarela, a su vez, es capaz de escanear la realidad y la sensibilidad del mundo, y las refleja en sus propuestas. En su actual lucha por tirar abajo las barreras de los géneros, firmas como Celine, Balenciaga y Gucci incluyeron pendientes en sus propuestas masculinas presentadas sobre la pasarela, y héroes en la batalla contra las barreras de género, como Harry Styles, lucen todo tipo de pendientes para demostrar que un accesorio puede encerrar un poderoso mensaje. “Cuando se llevan con prendas tradicionalmente masculinas, los pendientes dan un giro subversivo a los looks smart. Estamos conquistado una masculinidad más soft y llevamos temporadas hablando de una masculinidad diferente. Es una tendencia ideal para hombres que no tienen miedo a experimentar con sus looks, que posiblemente tienen una visión avanzada de los roles de género y que están muy cómodos con su propia sexualidad”, declara a ‘New York Times’ Nick Paget, editor de moda de WSGN.
Mientras que las redes sociales se mofan del pendiente de Pablo Iglesias, muchos expertos en moda luchan no solo por quitarle importancia al accesorio, sino por darle un mensaje. “Un pendiente es un pendiente, y en un momento en el que la masculinidad está cambiando, no hablamos de un accesorio exclusivo de un género”, dice tajantemente Christopher Morency, editor de 'Highsnobiety'. Respecto al comentado moño, Pablo se ha encargado de aclarar él mismo su elección. "Entre la ola de calor y que mis hijos me tiran del pelo... tocaba nuevo look", confesaba en su perfil de Instagram. Para finalizar, Marc Giró intenta poner fin al análisis exhaustivo de la estética del político. “No vamos a utilizar más el moño, la trenza ni el pendiente de Pablo Iglesias para machacar ya más”, alega Marc Giró. “Centrémonos en la política”, zanja.