CAMBIOS
Por qué la Semana de la Moda de Nueva York ha arrancado tan diferente
El coronavirus ha cambiado las agendas, y los diseñadores han aprovechado para retomar un control de las suyas que, en realidad, jamás habían tenido antes
Si te decimos que la Semana de la Moda de Nueva York ha comenzado y lo hacemos sin dar grandes saltos de alegría, es porque el arranque del festival de las tendencias americanas ha sido más silencioso que nunca. Es probable que las razones sean que grandes marcas como Michael Kors, Calvin Klein, Marc Jacobs y Ralph Lauren se han negado a formar parte del calendario precisamente en un marco en el que en la Semana de la Moda de Londres, titanes como Burberry solo vayan a presentar sus propuestas en formato digital. Lo realmente noticiable aquí no son estos cambios, sino la posibilidad de que se conviertan en la nueva norma.
Es poco probable que cuando la pandemia eche el freno, las grandes marcas quieran regresar a un ritmo de calendarios asfixiantes en los que ellas no eligen ni las fechas ni los tiempos. La pandemia ha servido para dar flexibilidad y liberar a las grandes, que aunque pierdan la oportunidad de presentar sus diseños en una plataforma internacional a la que acuden compradores, influencers y periodistas de todo el mundo, se han dado cuenta de que ese escenario no es tan necesario para los asentados como para los emergentes.
Un ejemplo: el videojuego de la pasada temporada de Balenciaga ha demostrado que no hacen falta desfiles físicos, ni tan siquiera formatos habituales, para que las novedades presentadas se hayan convertido en las más buscadas de la temporada. Jason Wu ha sido una de las escasas firmas que ha decidido presentar sus propuestas en formato físico. El diseñador, amante de América, no ha querido dejar pasar la oportunidad de dar a conocer sus diseños en una pasarela acompañada de 20 invitados.
Wu ha creado una colección familiar en la que ha querido unir sus dos pasiones, la moda y la comida, en un show en el que ha creado su propia tienda junto a The Chefs' Warehouse y botellas de Coca-Cola personalizadas. ¿Acaso hay una bebida más americana que la Coca-Cola?
Lo dudamos tanto como Jason Wu parece dudar que la Semana de la Moda de Nueva York haya de cambiar sus patrones. El que Tom Ford anunciara a comienzos de año que la CFDA ya no publicaría un calendario oficial de la New York Fashion Week, sino un Calendario de Colecciones Americanas, dejó bien claro que por más que le pese a Wu, las cosas (y sobre todo, las fechas) han cambiado. Carolina Herrera presentará sus diseños el 23 de febrero, Oscar de la Renta en marzo, Tory Burch, Michael Kors y Ralph Lauren a finales de la primavera y Jonathan Cohen, encargado de vestir a Jill Biden, en abril. El coronavirus ha cambiado las agendas, y los diseñadores han aprovechado para retomar un control de las suyas que, en realidad, jamás habían tenido antes.