El Rey rompe con la tradición
“Las tradiciones están para romperlas”, decía recientemente la princesa Letizia durante su visita a Oriente Próximo. Y finalmente ha sido el Rey quien se ha animado a romper con la ortodoxia real: por primera vez -y ante la sorpresa general-, don Juan Carlos no ha acudido a la tradicional misa de Pascua en la catedral de Palma de Mallorca, que marca el final de las vacaciones de Semana Santa de los Reyes y su familia en el palacio de Marivent.
Al parecer, el monarca 'ha preferido' quedarse en Zarzuela solucionando trabajo de despacho ante la inminente visita del Emir del Estado de Catar y su esposa, la Jequesa Mozah Bint Nasser.
A la entrada del templo, donde les esperaba el obispo de la ciudad, Jesús Murgui, la Reina, los príncipes de Asturias, sus hijas, las infantas Leonor y Sofía, la duquesa de Lugo y la duquesa de Palma han ofrecido a los medios la habitual fotografía de familia, que, en esta ocasión, lucía mucho más vacía que de costumbre.
A la ausencia del patriarca había que sumarle la de los seis restantes nietos reales y la de Iñaki Urdangarín, esposo de la infanta Cristina, que no la ha acompañado en su periplo de actos oficiales por España. Este domingo por la tarde, la infanta presidirá la final del torneo de tenis Conde Godó, en Barcelona.
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