Los reyes Felipe y Matilde de Bélgica se dejaron ver este fin de semana en un acto conmemorativo del centenario de la Primera Guerra Mundial.  Encendiendo unas velas en honor a los caídos en la llamada ‘Gran Guerra’ que tuvo lugar hace cien años, los soberanos se mostraron mucho más serios y protocolarios que en otro tipo de actos cuando se pararon ante el monumento Ploegteert dedicado a las víctimas del conflicto bélico. Los colores elegidos en su vestuario fueron buena prueba de ello: Matilde eligió el gris y Felipe un discreto traje a rayas con una corbata de color rojo. Nada menos que 8.400 personas portaron velas para recordar a las 600.000 personas que murieron en suelo belga durante la contienda.