Las barbas mejor cuidadas de la realeza
La moda 'hipster' también ha llamado a la puerta de palacio. Reyes y príncipes herederos (o no) tampoco escapan a esta tendencia: la de lucir barba.
El penúltimo mozo casadero de la realeza europea luce barba desde hace algunos años. En todas sus apariciones públicas a su rasurado no se le puede poner ningún pero. Por ello se erige como el número uno de esta lista.
En general luce una barba poco poblada. Aunque cuida mucho el largo. No sobrepasa el centímetro y medio, lo que le da un aspecto cuidado.
Otro histórico barbudo. Él, a diferencia de Carlos Felipe de Suecia o Félix de Luxemburgo, sí se preocupa más en perfilarla: léase, se rasura los contornos de las mejillas y el cuello.
Es un habitual de la barba intermitente. Y eso que hace, según la época del año, suele dejársela crecer. A diferencia de Haakon, no suele rasurar por completo la parte del cuello, sino que la rebaja. Algo que da proporción a su rostro y no la completa sensación de descuido.
Otro ejemplo de cómo lucir una barba ni muy larga ni muy corta.
No se le conoce un pasado reciente (y fotográfico) si no es luciendo barba. Cayó en la moda allá por 2006. Desde entonces, no se le ha visto con la cara rasurada ni en el día de su boda.
Con o sin barba, hay una premisa estética con la que no logrará acabar: apartar por unos días sus facciones aniñadas. Por ello, se ha podido ver al príncipe heredero con vello facial en contadas ocasiones.
Entre 2010 y 2011 era habitual verlo en cada aparición pública luciendo vello facial. Desde entonces, no ha vuelto a caer en el error de lucir barba cuando, por la parte de las mejillas, no la tiene del todo poblada.
Aunque menos poblada que la de su hermano Kubrat, el príncipe búlgaro también suele optar por perfilar la parte baja de las mejillas y el cuello.
Posee una barba muy cerrada, pero muy mal cuidada. Por ello, es raro ver al príncipe lucir una barba de estas 'dimensiones'.
A pesar de que hay mil formas de lucir la barba, la de Casiraghi es, probablemente, la más desacertada. El color y lo poco poblada de la misma le otorga un aspecto más de 'homeless' que de 'royal'.
Lampiña la testa y lampiña la cara. Error estético lucir bello facial. La última vez que lo hizo todavía era novio de Kate Middleton.
La moda 'hipster' también ha llamado a la puerta de palacio. Reyes y príncipes herederos (o no) tampoco escapan a esta tendencia: la de lucir barba. Algunos de ellos, como el Rey Felipe VI o Felipe de Bélgica, apuestan por este estilismo capilar de forma intermitente. A otros royals, como Félix de Luxemburgo, no se les conoce un pasado fotográfico reciente si no es luciendo vello facial. Pero, ¿cuáles de todas ellas se encuentran entre las mejores cuidadas? Aquí, el ranking.
Fotos: Gtres y Efe.
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