Tras celebrar el Día Nacional de Noruega, los príncipes Haakon y Mette-Marit y sus hijos, la princesa Ingrid Alexandra y el príncipe Sverre Magnus, se fueron de campamento para apoyar un nuevo proyecto de su fundación, Vestmarka. Los herederos al trono no tuvieron ningún problema en dormir en la tienda de campaña y tampoco en degustar la comida que les ofrecían los otros participantes, entre la que destacaban varias frankfurts. Nuevamente, la princesa Mette-Marit ha demostrado que es una mujer todoterreno y que no le importa aparecer ante los medios con la cara lavada.