Los duques de Cornualles son una de las parejas más queridas del Reino Unido. Nadie lo habría dicho hace unos años, pero ahora mismo ambos son muy respetados por los británicos. La mejor prueba de ello es que estos días han paseado palmito por el mercadillo de Sandringham, que se celebra cada año, y el pueblo ha estado encantado de verles comprar aquí y allá.

En los puestos, Carlos y Camila se encontraron absolutamente de todo: desde figuras que representaban a miembros de la familia real británica hasta las cervezas típicas del lugar, que bebieron como dos más. En los últimos tiempos es habitual ver a los Windsor en actitudes más cercanas con el pueblo y esto forma parte de esa táctica que ha hecho que la monarquía británica recupere gran parte del cariño que perdió hace casi dos décadas, a raíz de la trágica muerte de Diana de Gales.