El pasado lunes 1 de agosto el pueblo rumano almorzaba con la trágica noticia de la muerte de su reina, Ana de Rumanía, a los 92 años. Que actualmente posee el título de princesa al desaparecer la monarquía en el país tras un corto periodo de reinado comprendido entre 1927-1930 y 1940-1947, en el que el cargo de jefe de Estado recaía sobre su marido, Miguel de Rumanía, quien goza también de un debilitado estado de salud, tal y como informan los medios locales. 

El gran asuente en el funeral de su esposa es el rey Miguel que a sus 94 años, los médicos le han  recomendado quedarse en su residencia de Suiza, donde lleva recluido desde finales del año pasado, cuando le diagnosticaron cáncer. Son varias las ausencias reales. Se daba por hecho que la reina Sofía estaría hoy en Rumanía, prima hermana del rey Miguel y con una relación muy estrecha.  Tampoco hay nadie de las otras familias reales  vinculadas con la Casa rumana: la de Grecia, la de Serbia y la de Bulgaria.