Don Felipe y Doña Letizia se han desplazado este viernes hasta Galicia en un día muy especial para esta comunidad autónoma pues celebra su Día de Fiesta Nacional. Una jornada que también ha sido muy significativa para Felipe VI, pues era la primera ocasión en que realizaba la ofrenda nacional al Apóstol Santiago como soberano. Los Reyes han sido recibidos con máximos honores por una representación militar, ploítica y clerical y con una inmensa alegría por aquellos ciudadanos que se han acercado hasta los alrededores de la Catedral de Santiago para verles de cerca. 

A las 10:20 los monarcas hacían su entrada a la catedral para presidir una misa que ha durado más de dos horas y en la que Felipe VI ha podido pronunciar un discurso en el que ha recordado a las víctimas del accidente de tren de Angrois. La anécdota se ha producido cuando el botafumeiro ha empezado a oscilar por la sala como es tradición y Doña Letizia ha mostrado cara de sorpresa por la velocidad y la altura que ha alcanzado. A su salida, los Reyes se han dado un auténtico baño de masas y no han dudo en saludar a los que allí les esperaban.