Una boda por todo lo alto en Belvedere, Florencia. Es la que han tenido este fin de semana la boda de Kim Kardashian y Kanye West. Pese al secretismo de su plan de boda, la boda italiana ha supuesto un espectáculo a vista de muchos invitados, que pudieron contemplar la cantidad de arreglos florales o los fuegos artificiales que adornaron el enlace. La empresaria, modelo y actriz norteamericana eligió un diseño de Givenchi para su gran día. Su look era bastante tradicional pese a las extravagancias de la boda, ya que optó por el color blanco, un largo velo y la espalda al descubierto, quizá la única transgresión con respecto a las novias de siempre.

 Kanye también optó por llevar un traje de Givenchy para casarse. La música la puso nada más y nada menos que Andrea Bocelli y la mayoría de publicaciones norteamericanas se han hecho eco, este fin de semana, de la espectacularidad de la boda; la tercera para Kardashian, que ya estuvo casada anteriormente con Damon Thomes o el jugador de baloncesto Kris Humphries.