Hubo sorpresas, sí. Pocos esperaban, por ejemplo, que 'Bohemian Rhapsody' le robase unos cuantos Globos de Oro a 'Ha nacido una estrella' en la edición número 76, celebrada este domingo en Los Ángeles. Tampoco que Glenn Close pasase por delante de Lady Gaga, la favorita como actriz dramática, haciendo imponer la veteranía sobre las recién llegadas al mundo de la interpretación. (Y que conste que Mother Monster se ha marcado un papelón). El espíritu de Freddie Mercury debería estar saltando de alegría desde el más allá, ya que lo nombraron no pocas veces en los discursos de agradecimiento. ¿El motivo? 'Bohemian Rhapdsody' triunfaba sobre otras cintas mejor posicionadas. El difunto y mítico astro de la canción debía estar tan despierto en esta noche de premios como la mismísima Alejandra Silva, que al parecer estaba trasnochando (como el resto de nosotros) para ver la ceremonia y a su marido, Richard Gere. "Te quiero mucho, cariño, pero vete a la cama ya"; le dijo él desde el escenario cuando salió a presentar premio. 

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Sorpresas y chascarrillos aparte, el resto del espectáculo siguió los patrones habituales de los últimos años. Olivia Colman fue la Meryl Streep de este año, pronunciando un discurso feminista que levantó a la platea y emocionó a todos y a todas. A falta de premio como actriz, Gaga recogió su pedacito de gloria con el galardón a la mejor canción para 'Shallow' y nuestra Penélope Cruz se quedó sin Globo de Oro por su Donatella de 'El asesinato de Gianni Versace'. El que tuvo mejor suerte fue su compañero de reparto, un guapo Darren Criss que despertó admiración con su chaqueta floreada.

Porque, analizando el aspecto más frívolo de estos premios (que para hacerse valer nunca le hubiesen negado, por ejemplo, el galardón a Alfonso Cuarón por su 'Roma') sí que hubo sorpresas. Menudo era el arnés de Timothée Chalamet, lleno de lentejuelas, por poner un ejemplo.

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O menudo homenaje (lavanda) le proporcionó la mencionada Gaga a Judy Garland, una de sus predecesoras en la segunda versión de 'Ha nacido una estrella'. Un bonito homenaje como el de Emily Blunt, que agasajó a Dick van Dyke, el veterano deshollinador de la primera 'Mary Poppins' sobre el escenario. La nueva Poppins con el viejo Bert de aquel clásico de la Disney. Veteranos y no tan veteranos, recién llegados y caras de siempre pusieron algo de color a una gala a la que, pese al buen hacer de Sandra Oh y Andy Samberg, le faltó algo de sal. A ver si hay más suerte en los Oscar.

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