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Premios Internacionales Yo Dona - La noche en que triunfó el ‘glamour’ sobre garrafales patinazos estéticos

Los premios internacionales Yo Dona han sido la primera gran cita del verano. Sobre la alfombra rosa se congregraron rostros tan conocidos como Mar Saura, Macarena

Cuánto daño han hecho los vestidos de profusos encajes a las bodas que se celebraban años atrás. Si a esto le sumamos que el conjunto tiene como base el color gris plata, el resultado es un patinazo estético en toda regla. 

 

 

Somos amantes y convencidos confesos de la necesidad de reciclar… el plástico, el cartón y el vidrio. Ahora bien, este fondo de armario en rojo vibrante con maxicinturón era una opción que debería haber seguido (bien) guardada en el ropero de la presentadora.

 

 

La modelo se dejó seducir por el azul Klein. Como otras tantas invitadas a la ceremonia. Un color que dejó de ser tendencia hace mucho. Tanto como la caída de esas mangas y el remate delantero de la cintura del vestido. 

 

Hemos intentado ser magnánimos. Pero nos ha resultado complicado. El cantante optó por un esmoquin con solapas bicolor que se convirtió en todo un desacierto. Un claro ejemplo de que hay ciertas líneas rojas en el imaginario estético masculino que no se deben sobrepasar. ¿De su esposa? La opción de un vestido con tanta pedrería nos lleva a pensar que siempre hay que replantearse antes de salir de casa aquello del ‘less is more’. 

 

Los aires orientales siempre son un ‘must’. Pero este conjunto a modo de batín resultaba excesivo hasta para una ‘chef’ que suele atreverse con todo. Sobre Jordi, poco que añadir: no a los zapatos de doble hebilla con esmoquin y, por supuesto, no a la manga de esa camisa que parece invisible. ¿Llevaría una blusa de manga corta?

 

Un jardín excesivamente florido. El corte ‘midi’ del mismo redunda en una opción poco acertada para esta entrega de premios. La elección de los complementos no lograron salvar un ‘look’ que nos demuestra que por algo las amapolas son rojas y no azules. 

 

En las bodas de principios de los 2000, triunfaron diseños y patrones como este. El conjunto, propio de cualquier dama de honor de Estados Unidos, la hacía parecer algo ‘demodé’. La presencia de joyas y complementos tampoco hubiera redondeado un estilismo, a nuestro juicio, del todo insalvable. 

 

Un esmoquin impecable. Al que no se le puede poner ninguna pega -y eso que acudió desprovisto de fajín-. Pero es que hasta la pajarita grande en terciopelo negro le sienta tan bien…

 

He aquí una mezcla fatídica de colores antagónicos para hacer con ellos un vestido. Un contraste demasiado estridente que ni siquiera su peinado excesivamente ¿'casual'? la hubiera hecho huir de nuestra particular quema. 

 

Un vestido bicolor con una considerable abertura delantera en la falda. Los detalles en pedrería del cinturón y las hombreras se convirtieron en tres guindas para un conjunto muy chic. 

 

Un vestido en color vino con escote asimétrico. Un tándem infalible para la maestra de ceremonias de unos premios para los que decidió pasear y derrochar ‘glamour’ por la alfombra rosa. 

 

 

Nadie como ella para caminar (y posar) por los caminos empedrados de cualquier finca. Y, además, hacerlo con maestría de la mano de su ‘chico’, el marqués de Griñón, con un conjunto vaporoso en naranja vibrante. Un diseño coqueto y elegante rematado con un cuello de pedrería. Apta para la ocasión.

 

 

Ella siempre se atreve. Y eso es algo que se debe premiar. Un vestido sencillo cuyos volantes en azul cobalto la llevaron a prescindir (con mucho acierto) de cualquier tipo de joyas. 

 

Sí, Ryan Gosling marca tendencia por festivales y fiestas de postín. Y, en España, actores como Vázquez recogen el testigo, lo hacen suyo y lucen con mucha maestría un dos piezas como este en blanco y negro. De 10.

 

Un correcto ‘pseudoprint’ animal de colores alegres fue el estampado elegido por la esposa del diestro para lucir así de veraniega en esta entrega de premios. La falda de vuelo y lo abombado de su ‘top’ la han hecho formar parte de la lista de aprobadas. Por su parte, él lució este esmoquin con mucha corrección y sobriedad. 

 

Nunca falla. Y en muy pocas ocasiones suele saltarse los códigos de vestimenta establecidos. Gracias a este esmoquin rubricado por Dolce and Gabbana, con chaleco a juego, puso una pica en ‘fashion’. Que para eso forma parte de innumerables listas de los hombres mejor vestidos de nuestro país. 

 

El actor nunca defrauda cuando pisa una alfombra roja (en este caso rosa). El esmoquin se adaptaba a su silueta, con lo cual pasó a formar parte de la nómina de mejores vestidos de la noche. 

 

Gracias a este vestido de gasa en amarillo pastel, la actriz parecía una ninfa salida de los bosques de la finca La Muñosa, el lugar elegido para celebrar el evento. Mucha corrección en joyas y complementos. 

 

Todo un ‘dandy’ al que le permitimos acudir a la fiesta desprovisto de calcetines. Este ‘tuxedo’ en azul marino y color hueso estaba perfectamente rematado con una pajarita estampada que lleva el sello de su marca de complementos: The Seëlk.

 

Hasta desprovisto de pajarita demostró que la elegancia no está reñida con la falta de este complemento masculino. También se dejó los calcetines en casa, como Manzanares, y tiró de chaleco a juego como el diestro. Los hombres que se atreven, sin sobrepasar ciertas líneas rojas, también tienen premio. 

 

Aires de camisón para un conjunto dorado con detalles de pedrería y escote (casi) de vértigo. Melena ‘midi’ ondulada y bolso a juego devinieron en perfectas elecciones para un estilismo apto para la ocasión. 

 

Toda una oda al vestido péplum. En gasa de color azul noche, con falda plisada y con un detalle (el sujetador de pedrería) que remataba un conjunto tan sobrio como sofisticado. 

 

Elegir un vestido cuya materia prima sea el satén y, además, en color crudo es algo que está al alcance de muy pocas. Pero hay que reconocer que la cantante está incólume a sus 50 con este diseño con detalles bordados en oro. 

 

Un esmoquin algo ‘reventón’ que, a todas luces, huele a prestado, alquilado o rescatado del armario de hace algún que otro año. Con todo, tenemos tiritas para este 'conjunto partio’ porque cabe destacar el largo impecable de las mangas y la excelente idea que tuvo al reivindicar el fajín. Que faltó en muchos de los invitados a la entrega de premios. 

 

Un diseño en color mostaza con volantes ‘rellenos’ de tul del mismo color. Aunque no deja de ser un conjunto excesivo para una entrega de premios, a este vestido (y cómo le sienta) no se le puede poner ni un pero. La melena efecto mojado es siempre un fantástico recurso para ‘looks’, a priori, algo recargados. 

 

Nunca defrauda. Siempre acude con una corrección de libro a este tipo de actos. Pero esta vez no sabemos si son los volantes de la manga o el largo de esa falda de gasa lo que la hizo estar ‘incompleta’. Esperamos que pueda formar parte de la lista de mejor vestidas en nuestro próximo Partymetro. 

 

No entendemos muy bien qué significa esa especie de retal que une la parte superior del vestido con la parte inferior. Como tampoco entendemos la falta de plancha en el conjunto. Ni el negro logró hacer que las tonalidades pálidas del estilismo se mimetizaran con el tono de su piel. 

 

El junio más florido se hizo carne (de estilismo) en el conjunto elegido por la actriz. Un conjunto de aires lenceros para el que supo encontrar los complementos perfectos en pendientes y cartera de mano. Nada que objetar. 

 

Sí, sabemos que los estampados que emulan a los azulejos portugueses han sido un ‘must’ en los textiles para decoración de la pasada primavera. Ahora bien, no esperábamos ver a la ‘socialite’ de esta guisa. Zapatos, bolso y vestido a conjunto es un exceso que creíamos que ella nunca iba a cometer. 

 

Un vestido de satén a medio camino entre el azul pastel y el gris perla no es un color indicado para quienes como la actriz poseen una tez tan clara. Vaya por delante que el conjunto le sienta como un guante. Pero es el color el que no termina de convencernos. Necesitas mejorar, estimada Marta. 

 

De no haber contado con una importante nónima de mujeres impecablemente vestidas, la presentadora hubiera formado parte de ellas. Solo hay que achacarla algunas incorrecciones: el largo de la falda -se presuponía que era una noche apta para los vestidos de fiesta- y la palidez de zapatos y cartera de mano. Pero solo son unas apreciaciones sin importancia. No nos desagrada del todo. 

 

Nos gusta porque es atrevida y porque no se achanta ante ningún diseño. Pero esta vez no ha estado a la altura de lo esperado. Desconocemos si tiene que ver con las capas de gasa del vestido o con ese bolso que emula a un ‘tiovivo’ lo que la hizo fallar. 

 

La cantante se convirtió en la versión morena y vestida de blanca de aquella película llamada ‘El pueblo de los malditos’. Aunque hay que aplaudirle sus ganas de arriesgar con este conjunto, cabe destacar que el resultado final no era lo que esperábamos de ella. 

 

 

Nos gusta porque el diseño es simpático: con su cuello y cinturón de ‘pailletes’. Pero no está hecho para la actriz. El bolso, además, es excesivo y los zapatos se complementan demasiado con el resto del conjunto. 

 

Perlas por doquier y un escote de vértigo. La actriz demostró que un vestido en rosa palo con un (buen) fondo de encaje es siempre una buena opción para este tipo de ceremonias. Su trenza, además, le hizo reforzar su increíble ‘sex appeal’. 

 

 

Los premios internacionales Yo Dona han sido la primera gran cita del verano. Sobre la alfombra rosa se congregraron rostros tan conocidos como Mar Saura, Macarena Gómez, Eva Gónzalez o el premiado de la noche, Alejandro Sanz. Ellos de esmoquin y ellas apostaron por el largo en una noche en la que pudimos ver algún que otro patinaje, pero casi todos rasparon el aprobado. (Fotos: Gtres)

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