Un color -el camel- y cinco formas de combinarlo en otoño
Puede sonar a cliché. Pero que el color 'camel' es un básico en el armario masculino desde hace siglos es un hecho. Lo supo hasta Juan
El pasado otoño-invierno, hasta los más escépticos sucumbieron a un abrigo en color 'camel'. Por su atemporalidad y versatilidad. Porque cualquier edad es válida para lucirlo. Lo bueno de este color es que, en esencia, encaja a la perfección con tonos oscuros. Abandonando así el uso generalizado de abrigos grises o negros. A continuación, los cinco mandamientos (en cinco prendas básicas) para llevar el 'camel' con dignidad pecando de 'cool'.
Foto: Mango.
Estilismos en escala de ocres se convierten en lienzos perfectos para combinar con un abrigo 'camel' en su versión tres cuartos. Un clásico atemporal que resistirá al paso de modas y tendencias de última generación. No se le resiste ningún tono ni ningún tipo de tejido. ¿Te atreves con un conjunto así?
Foto: Massimo Dutti.
Abrigo modelo C-Stratus elaborado en lana virgen y cachemira de Hugo Boss (699 euros).
Jersey modelo 'Bottonato' de Zara (25,95 euros).
Pantalón beis de Massimo Dutti (c.p.v.).
Reloj de Mondaine disponible en MrPorter.com (335 euros).
Botas modelo 'Chelsea' de Mango (99,99 euros).
La reconversión de la cazadora 'bomber', en su modalidad menos 'casual', resulta perfecta para mezclarla con un pantalón vaquero y un jersey en color crema. Completar el estilismo jugando con el ante -en la prenda de abrigo y en el calzado- es la guinda a un pastel perfecto para acudir a trabajar en cualquier jornada de temperaturas agradables tirando a bajas.
Foto: Zara.
Cazadora de ante modelo 'Studio' de Zara (99,95 euros).
Jersey de punto modelo 'Ronald Rollneck' de Tommy Hilfiger (149 euros).
Pantalón vaquero de Religion de Topman (90 euros).
Botas modelo 'Classic London 20' de Saint Laurent (795 euros), disponibles en Farfetch.com.
Maletín de piel de Sandro (165 euros).
El 'trench' es la alternativa al abrigo cuando las temperaturas (todavía) acompañan. Un básico que tampoco debería faltar en cualquier buen fondo de armario que se precie. Su versatilidad tampoco conoce límites y es la opción perfecta para combinar tanto con un traje como con un juego de básicos como una camisa o un pantalón vaquero. Para restarle informalidad están los complementos. Toma nota.
Foto: Burberry.
Gabardina modelo 'The Chelsea' de Burberry (c.p.v.).
Camisa de manga larga en tejido vaquero de Caramelo (79 euros).
Pantalón vaquero negro de Topman (40 euros).
Zapatos de Pal Zileri (c.p.v.).
Gafas de acetato de Brioni (655 euros).
Mochila de Converse (c.p.v.).
Encaja a la perfección con un pantalón de cualquier tipo. Aunque al no ser una prenda exterior, sus inconvenientes solo se reducen a un terreno: el de combinar bien con los colores. A diferencia de otras prendas, un jersey de este color se deja seducir por marrones, beis o azules marinos. Intentarlo con otros como los verdes o los ocres resultaría todo un desatino. Pero en los complementos -como el reloj o una bolsa- encontrará grandes aliados.
Foto: Massimo Dutti.
Jersey de lana de Zara (29,95 euros).
Pantalón vaquero de Massimo Dutti (c.p.v.).
Zapatillas deportivas de piel de H
Reloj modelo 'Master Brown 36' de Zadig and Voltaire (199 euros).
Bolso modelo 'Weekend' de Mango (59,99 euros).
Recibe (casi) la misma adoración que el abrigo o la gabardina. Razón de más para contar con una y explotar su uso hasta la saciedad. También se deja seducir por la gama de beis, marrones y rojizos. Y para no arruinar un conjunto, nada como utilizar de fondo una camisa blanca de silueta Oxford. No hay 'casual friday' que se le resista.
Foto: Massimo Dutti.
Americana de patrón 'slim fit' de Boglioli (750 euros).
Camisa de Lee (c.p.v.).
Pantalón chino de Zara (29,95 euros).
Zapato de doble hebilla de The Kooples (295 euros).
Reloj modelo Läder de Larsson and Jennings (295 euros), disponible en Farfetch.com.
Puede sonar a cliché. Pero que el color 'camel' es un básico en el armario masculino desde hace siglos es un hecho. Lo supo hasta Juan el Bautista, quien predicaba ataviado con una piel de camello a orillas del río Jordán. Razón de más para que algunas ‘biblias’ de la moda la hayan catalogado como una tonalidad versátil, capaz de redondear cualquier estilismo, así como de elevar a los altares de la elegancia a aquellos que saben combinarlo con tino. Su resurrección -porque nunca murió- hizo de abrigos y americanas dos grandes hitos para los estetas del otoño-invierno 2015. Razón de más para que este año se repitan los (cinco) mandamientos sobre cómo lucirlo con corrección.
La omnipresencia de este color -las féminas ya lo lucen en clave monocroma- se traslada a pantalones, abrigos, chaquetas, americanas o gabardinas. Es perfecto para utilizar algunas piezas de este color como método alternativo a estilismos algo oscuros. Porque hasta quienes se acogen a los estrictos códigos del ‘total black’ se sienten capaces de saltarse las normas para cubrirse con un ‘trench’ o un abrigo ‘oversize’. Las prendas vaqueras también encajan con este color que vuelve a revolucionar el imaginario estético masculino de esta temporada. Y esperemos que sea por muchas más. Por los siglos de los siglos.
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