Las mejor y peor vestidas de la Gala MET 2016
Es verdad, la temática futurista no es fácil de interpretar, pero lo cierto es que casi la mitad de las asistentes pincharon. Con una gala dedicada
Madre mía, Givenchy la convirtió en la sacerdotisa madre.
De oro y negro, y cada una a lo suyo…
Muy elegante, con un toque de modernidad ‘plastiquera’ en el tirante. Y el resto, líneas puras y perfectas, de Ralph Lauren Collection.
Emplumada, ¿por qué?
La reina de la profecía… de Alexander McQueen. Incomprensible.
De miedo, vestida por Atelier Versace, y poco más que decir.
La versión metalizada de las Jenner, según Balmain.
La modernidad y la tecnología vistas por Balmain.
Uno de los vestidos más espectaculares de la noche, de Dolce & Gabbana, con su cola bordada de plumas.
El primer patinazo, made in Louis Vuitton, de la nueva ‘it girl’. Si esto es el estilo del futuro, que Dior nos pille confesados.
¿Se querrá nacionalizar americana? Porque si no, no se entiende… ¿Qué es esto?
El vestido no es lo peor, la verdad, pero el peinado se le fue de las manos.
Parecía escapada del castillo del príncipe, pero iba ideal vestida por Marchesa.
La ‘rainbow warrior’ de la noche… o porque ‘yo lo valgo’.
La modernidad, a veces también tiene un toque clásico en blanco y negro. Un 'look' digno de una alfombra roja de Calvin Klein Collection.
En versión champán y con vestido cruzado de Ralph Lauren.
De negro y con escote palabra de honor. Elegante.
Demasiado delgada, pero su vestido estaba a la altura de la circunstancias, bordados incluidos.
De Atelier Versace, la actriz cumplía todos los requisitos de la noche.
Una de las parejitas de la noche, de lo más conjuntada. Ella de Balmain y él de Fear of Gold.
Viva el metal, vestida por HyM y convertida en todo un androide.
Evolucionar está bien y no se lo echamos en cara, pero cuando te pasas, te pasas. De niña bien 'preppy' a gótica hay un abismo y no siempre es fácil cruzarlo, aunque te vistas de Louis Vuitton.
Los hermanos de la noche, por cortesía de Chanel.
Cortes asimétricos y mecánicos de la mano de Calvin Klein Collection.
Entre 'La casa de la pradera' y el 'grunge', llega ella, vestida también de Vuitton, la firma ¿triunfadora? de la noche, al menos por número de vestidos sobre la 'red carpet'.
Plastic woman, de Givenchy, lo que ha debido de sudar esta chica bajo los focos.
Ni chicha ni limoná, que diría un castizo. Mucha pluma, mucho blanco y poca tecnología. De Christopher Kane.
También de Vuitton, ¿quizá se equivocó de gala? No entendemos el chaleco-esmoquin-botín de cordones…
También se apunta a Louis Vuitton.
O una reina 'hippy', otra que se equivocó de fiesta.
Asimetrías ‘mecánicas’ y en blanco firmadas por Brandon Maxwell.
Una sirena del pasado por Balmain, otro de los grandes triunfadores de la noche.
De rojo Valentino, con un vestido drapeado y semitransparente.
Embarazada e ideal, con este vestido en un tejido con brillos futuristas y corte y color clásicos, de Burberry. El mix de la noche.
Metal y metal, con un toque 'decó', de la mano de Burberry.
De Michael Kors Collection, toques de metal asimétricos.
Asimétrica y bordada, con un espectacular vestido de Cavalli Couture elaborado por Peter Dundas.
Pura inteligencia artificial con este vestido espectacular de Michael Kors y con las cejas a juego, el androide más bello de la noche.
Con su esmoquin de J. Crew, impecable.
Está claro que cuanto menos riesgo, más monas… y la actriz inglesa iba ideal de Gucci. Así es la vida.
La intención es buena, pero la mezcla de maquillaje y de vestido, de HyM.
Las reinas góticas plagaron la alfombra roja y ella también se apuntó, vestida de Nina Ricci.
De Moschino, como un jarrón veneciano.
Ser imagen de la marca está bien, pero este 'look' de Atelier Versace, ¿seguro que vale lo que le pagan como imagen de la firma?
Un vestido de dos piezas con 'cropped top' donde ni siquiera el futuro le dejó hacer un #freethenipple.
O la pasión por el 'patchwork' que enloqueció a todas de la mano de Vuitton.
Quien tuvo retuvo, pero SJP no cumple lo esperado. Imposible con este traje bombacho y casaca de Monse que no tiene nombre.
Sin interés y sin sentido, aunque lo firme Lagerfeld para Chanel.
La versión mini de un clásico, Paco Rabanne.
Se equivocó de fiesta, como Nicole Kidman, ¿y creía que iba a un aquelarre? De Gucci, eso sí…
O Lady Halcón, de Vera Wang, muy espectacular pero la elegancia no es esto.
Corte años 50 y mix de estampados, de Giambattista Valli Couture.
El croché en hilo de plata, la modernidad según Balmain. Y con fajín rígido.
Elegante y muy guapa, de Thakoon, ¿a quién le importa la temática?
Correcta, con su vestido negro de escote en uve, con detalles bordados y metalizados, de Coach.
O la mínima expresión de un vestido elaborado por Atelier Versace.
Pura elegancia 'vintage', un lujo fuera de lugar esta noche, pero de lo más elegante.
La modernidad de lo retro, vestida por Marchesa.
El 'slip dress' a la altura de la alfombra roja. Soso, pero correcta.
‘Disfrazada’ de Dolce & Gabbana, en su papel de virgen siciliana.
Como una estrella de los 50, oro y metal de la mano de Topshop.
Sencilla y con un toque joya en el hombro, de Tommy Hilfiger.
En blanco y negro de Prabal Gurung.
Puro brillo y volantes, de Ralph Lauren Collection.
Como una matrona, de Tom Ford.
¿Qué es esto?
Pedrería, seda, tejidos metalizados, escote asimétrico y cortes estratégicos… Demasiado para un único vestido, aunque Allison la verdad es que guapa estaba guapa.
O cómo vestirse ¿con trozos de vestidos?, por Rosie Assoulin.
Es verdad, la temática futurista no es fácil de interpretar, pero lo cierto es que casi la mitad de las asistentes pincharon. Con una gala dedicada a la tecnología, 'Manus x Machina: Fashion in an Age of Technologie', los riesgos eran muchos, y pasarse o no llegar era más que probable. Así que de Cenicienta a la replicante de 'Blade Runner', todas tuvieron cabida en la alfombra roja más esperada de cada primavera. Este es nuestro veredicto.
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