De JLo y Taylor Swift a Kim Kardashian, estos son los peores looks de 2016
Es verdad, no siempre se puede acertar, pero a veces no se trata solo de un mal día, sino de un problema de base. Para llorar,
Meteduras de pata, looks imposibles y decisiones desafortunadas que nos dejaron boquiabiertos este 2016 que se despide. Un elenco de los 15 peores momentos del año. Para no repetir.
O cómo no saber estar te puede arruinar la noche. Vestida de Loewe, con un escote imposible y un exceso de lentejuela poco adecuados para su edad, la ex sex symbol francesa bajó unos cuantos peldaños hasta el infierno de los errores en la alfombra roja de los Goya.
Quiso marcarse un Emma Watson con este vestido con pantalón y se quedó en el reverso oscuro de la fuerza, más bien convertida en mesa camilla, de la mano de Monique Lhuiller.
Un vestido imposible, un maquillaje aún peor y un conjunto que da miedo. Es verdad, eres tan guapa que no necesitas casi nada para presumir, pero esto resulta menos que nada.
Una mala noche, un mal día, un mal año… La verdad es que la actriz no ha tenido muchos aciertos este año y este fue uno de sus mayores errores: un vestido de Tory Burch con un estampado feo y unos colores aún más feos. Un desperdicio.
El riesgo no siempre es una opción y en este caso es una apuesta perdida. El vestido, del diseñador andaluz Leandro Cano, era como poco difícil, por no decir imposible… Ya se sabe, cuando te dicen '¡qué original!', mejor vuelve a mirarte en el espejo.
Brillos, oros, estampados y todo junto en el mismo look. A Pilar se le fue el sentido a la hora de ponerse este vestido entre lo gótico y lo posmoderno, pero siempre imposible. Con esa planta, qué desperdicio.
Sin palabras. La verdad. A veces, el exceso también llega en blanco y negro, y la actriz francesa se ha hecho un máster en el tema. Falda larga de volantes y blusa con transparencias y estampados imposibles. Solo le falta la cofia.
Como una mala de película; la actriz disfrutó de la alfombra roja de los Goya con una sonrisa y este conjunto de Gaultier bastante complicado. Oro y negro, negro y oro, y algún alma caritativa que le diga la verdad antes de salir de casa.
Te queremos y hasta copiamos tu look de cuando en cuando, así que esto nos resulta incomprensible. No hay razones para ponerse algo así y esperar un aplauso. La verdad es como es…
¿Como una damisela decimonónica? ¿Ella? Increíble. Quizá por eso nos resulta increíble encontrarla con este look tan difícil: entre el largo y la transparencia de la falda, las zonas a la vista en la tripa y el cuello victoriano, Kristen parece disfrazada… y no es un piropo, a pesar de estar vestida por Chanel.
¿Un vestido o un preservativo gigante? No importa, porque la cantante iba de lo más contenta con este vestido exclusivo de Ricardo Tisci para Givenchy, bordado de perlas naturales. Ya se sabe, sarna con gusto…
O el exceso de carne a la vista y la carencia de gusto elevadas al máximo exponente. Y cada vez vamos a peor y esta es la prueba… ¿Pero qué lleva puesto esta mujer? Un mono transparente y una camiseta negra que dejan para la imaginación lo poco que ocultan. Un desatino.
Tecnológico y futurista, esa era la inspiración en la gala del MET neoyorquino este año, y Taylor la interpretó al pie de la letra, con este minivestido de Louis Vuitton metalizado. Es verdad, se ajustaba al tema, pero en conjunto no se sabe qué es peor, si el vestido en sí mismo, los labios de Cruella de Vil o las sandalias a la rodilla. Demasiadas variables en una única persona.
Indescriptible. Por eso no podemos menos que preguntarnos, ¿qué es lo que vio Madonna cuando se miró en el espejo ese día antes de salir de casa? De todo, seguro. Incluyendo animal print, encaje, lencería a la vista y un lazo inverosímil en el cuello. Un 'me río del buen gusto', por no decir algo mucho peor.
Lo sabemos, se llevan los monos, son tendencia, y el color rojo te sienta fenomenal, pero ¿por qué ESTO? Ni la prenda le sienta bien, ni las transparencias resultan elegantes, ni el escote está a la altura de las circunstancias, ¿por qué entonces? Querida Jennifer, por favor, olvídate de los monos el próximo año.
Es verdad, no siempre se puede acertar, pero a veces no se trata solo de un mal día, sino de un problema de base. Para llorar, para reír, para alucinar. Los hay para todos los ¿gustos? Muchos de ellos fueron sonados, otros pasaron desapercibidos y todos fueron un horror. No sabemos si no se miraron al espejo o, peor aún, lo hicieron a conciencia. Que estén mal aconsejadas o que no se dejen aconsejar no importa. Se merecen, sin excepción, su lugar en esta lista. Así fue como ‘malvestimos’ en 2016.
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