¿En traje a la oficina? Cuatro pistas para darle un giro a los aburridos modelos clásicos
Marcar la diferencia en la oficina resulta complicado. Máxime cuando los códigos estéticos entre los ejecutivos de pro están tan delimitados. Pocas licencias se le conceden
Traje con chaleco, de grandes solapas, en tejidos como la lana o la franela. El (manido) universo sartorial regresa a décadas pasadas para buscar en la comodidad y en la elegancia sus dos grandes aliadas. Aprovecha el invierno, tira de corbatas tricot y accesorios premium para marcar la diferencia en tu puesto de trabajo.
Foto: Gucci.
¿Recuerdan la película en la que el actor Leonardo DiCaprio sale de un tren de cercanías en Nueva York y perdiéndose en un mar de trajes de franela gris? Pues, al igual que él, es posible marcar la diferencia aunque sea a la inversa. Prueba con un traje de este color y en este material para tu día a día.
Foto: J.Crew.
Traje de lana modelo 'Myfair' de Hackett (c.p.v.).
Camisa blanca de Sandro (101 euros).
Corbata estampada modelo 'Cucurbitacee' de The Seëlk (80 euros).
Alfiler de plata de J.Crew (49,80 euros).
Cinturón de ante de Massimo Dutti (19,95 euros).
Zapato modelo 'T Sartoria Monk' de Hugo Boss (545 euros).
En los años 80, los trajes de doble botonadura y grandes solapas -también en tejidos gruesos como la lana o la franela- formaban parte de la estética empresarial del momento. Ver a alguien vestido así en una oficina es casi tan poco común como ver un aparato de fax. Pero estos modelos abandonan el terreno de las bodas para dar el salto al mundo ejecutivo.
Foto: Suitsuply.
Traje modelo 'Madison Azul' de Suitsuply (299 euros).
Camisa modelo 'Ottoman' de Zara (19,95 euros).
Corbata de lana de Kingsman (145 euros).
Gafas de la colección 'mó' de Multiópticas (77 euros).
Zapato modelo 'Oxford' de Massimo Dutti (69,95 euros).
Pañuelo de bolsillo de Mirto (22,40 euros).
Maletín de piel modelo 'Saffiano' de Sandro (316 euros).
Huir de las camisas blancas o azules o de tejidos como el algodón o el popelín puede ser un buen primer paso. Optar por camisas vaqueras de tonos suaves resulta todo un acierto si se combinan con corbatas tricotadas. Americanas de espiga y chinos clásicos sumarán puntos. Acogerse a la estética 'preppy' ya es poner un rumbo propio.
Foto: Massimo Dutti.
Abrigo modelo 'Raven' de Tommy Hilfiger Tailored (c.p.v.).
Americana de lana de Cordings disponible en Mrporter.com.
Camisa modelo 'The Denim' de The Brubaker (59 euros).
Corbata tricot de Ermenegildo Zegna (145 euros).
Pantalón chino modelo 'New Yorker' de Smitzy (89 euros).
Reloj modelo 'Revival' de Lotus (99 euros).
Mocasines de Doucal's (161 euros) disponibles en Yoox.com
El no dejar hueco al color -y sin parecer Raphael- es una muy buena opción para cualquier jornada de trabajo. En esta el traje clásico se deja seducir por jerséis de cuello cisne o Perkins, así como encuentra en los pocos habituales slippers una buena baza para ser el rey de la oficina.
Foto: Massimo Dutti.
Americana de Avellaneda (c.p.v.).
Jersey de cuello cisne de Zara (19,99 euros).
Pantalón de Avellaneda (c.p.v.).
Portafolio negro de Loewe (650 euros).
Reloj modelo 'DS-1 Himalaya Special Edition' de Certina (695 euros).
Slippers de terciopelo negro disponibles en Massimo Dutti (89,95 euros).
Marcar la diferencia en la oficina resulta complicado. Máxime cuando los códigos estéticos entre los ejecutivos de pro están tan delimitados. Pocas licencias se le conceden al traje clásico. En todo caso, es posible aparcarlo los viernes gracias al extendidísimo 'casual friday'. Con la llegada e implantación de las rebajas desde hace poco más de dos semanas, los más rezagados aún tienen la posibilidad de renovar su fondo de armario sartorial para, además de estrenar indumentaria, dar un giro a los códigos estéticos tradicionales. Los aires propios de la serie 'Mad Men' -con americanas de doble botonadura, de grandes solapas y en materiales como la lana o la franela- comienzan a asentarse en el imaginario estético masculino. Aquellos que estén dispuestos a hacer una inversión antes de que termine el periodo de descuento, han de tener en cuenta dos premisas: nada como apostar por colores neutros, con estampados clásicos como los cuadros. Para todo lo demás, hay que dejarse guiar por estas cuatro pistas para salir de la rutina y hacer que tu indumentaria deje de oler, precisamente, a naftalina.
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