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Las mejor y peor vestidas de la gala del MET: del look doliente de Katy Perry al trench XXL de Priyanka Chopra

El primer lunes de mayo pasará a ser, en breve, la noche de las ‘mamarrachas’. Porque la gala del MET se está convirtiendo año tras año

Con su aire retro, tiene poco que ver con la temática de la noche, pero a lo mejor por eso, con su Valentino color cielo era todo un soplo de aire fresco y de elegancia.

 

De lo mejor de la noche este vestido de Dolce & Gabbana que luce la jovencísima cantante norteamericana.

Si el objetivo era epatar, el resultado es perfecto; si hablamos de moda, este vestido rojo de Martin Margiela diseñado por John Galliano es una oportunidad perdida. Entre el kabuki y la odalisca, el término medio está claro que no existe. ¡Qué aburrimiento, Katy!

La rosa de la noche, con su vestido vintage de Chanel, todo un logro entre tanto barro.

Era la invitada estrella de la noche, pero para ser la primera vez que la invitan a la gala del MET, el resultado es tan confuso que no sabemos muy bien ni en qué se ha inspirado: ¿Japón? ¿Jotas aragonesas?

Es cierto, Rei Kawakubo se atrevió a versionar el clásico trench de Burberry no hace mucho, pero ¿qué tiene que ver con esto? Si vale todo, apaga y vámonos, Ralph Lauren.

Ni por delante ni por detrás. El look saltimbanqui del Circo del Sol no encaja nada en todo esto. 

Uno de los pibones de la noche, vestida de Stella McCartney, el toque elegante y ecológico con este vestido para The Green Carpet Challenge.

Intentar hacerse un ‘Sarah Jessica’ a estas alturas ya no es una opción, la verdad, Lena. ¿Por qué haces esto? Un vestido de Elizabeth Kennedy que no viene a cuento.

Impresionante con este vestido de Versace, puro oro con cola de plumas. Un espectáculo.

Se equivocó de gala, está claro, con este vestido azul de Erdem.

Ideal, elegante y con un toque entre retro y setentero. Todo un descanso para la vista. ¡Gracias, Natalia!

Por sosa y aburrida. Una cosa es pasarse y otra no llegar. De Calvin Klein.

¿Cisne blanco o cisne negro? Por decidir con este vestido de Giambattista Valli.

La pareja de moda, de Comme des Garçons: es verdad, el contexto y el lugar es perfecto, pero el resultado es imposible.

Un vestido de retales firmado por Michael Kors. Toda una sorpresa.

Queremos ser tan modernos que nos pasamos, guapa. De Louis Vuitton este no se sabe qué…

Entre la escultura y la transparencia no hay posibilidad de supervivencia.

Se equivocó de fiesta con este vestido de Louis Vuitton que, la verdad, no viene al caso.

Sin palabras. De H&M, un cuadro imposible, indescriptible y ella, imperturbable... ¿Cómo es posible?

Las cortinas del salón y la mantita del sofá reconvertidas en camisa blanca. ¡Qué podemos decir!

Un kimono corto y a jirones pasado por una noche difícil en una película dirigida por Kevin Costner. ¿Alguien adivina de qué va?

Elegante, discreta y muy guapa, la verdad.

¿Por qué siempre hace esto? Beis, nude y transparencias, un triángulo imposible que la actriz inglesa no consigue superar. 

A la hermana ‘mala’ no le queda más remedio que provocar para que hablen de ella, también. Vestida, es un decir, por Versace.

De blanco y negro y con intención, pero la verdad es que no resulta, no. De Thom Browne.

Escote profundo, plata parece, pero un cuadro es…

Aunque se le olvidó vestirse, para el nivel de la noche no iba ni tan mal con su ‘salto de cama’ firmado por La Perla.

El volumen y la inspiración escultórica de Kawakubo eran el leitmotiv, pero a Doutzen parece que el vestido le ha caído del cielo, tal cual. De Brock Collection.

Elegante, formal y perfecta para la noche con este vestido-abrigo de inspiración japonesa.

Asimetrías y plisados que recuerdan a la homenajeada en este vestido de Thierry Mugler, de lo más elegante de la noche.

Es verdad, de Comme des Garçons, pero el caso es que el vestido, que es espectacular, ha envejecido fatal.

La verdad, Salma, te salvamos porque la velada tiene el listón muy bajo, así que tampoco te vengas arriba, ¿eh?

Impecable con su esmoquin de chaqueta y pantalón de raya lateral. Sí, tenemos debilidad por las que llevan los pantalones.

El vestido de Calvin Klein es mono, aunque en la foto Julianne esté hecha un cuadro, la verdad.

Asimétrica y en versión nude, un vestido imposible para un look imposible, de Tommy Hilfiger.

Un dos piezas espectacular y sorprendente, de lo mejorcito de la noche, firmado por Carolina Herrera.

Se equivocó de gala, la que estaba dedicada al futurismo ¿no fue en 2016? Con traje de chaqueta de Chanel.

De negro y muy guapa, y esta noche la verdad es que se agradece.

Toda una oda al clasicismo con su vestido bien cortado y mejor cosido, lo que, tal y como va la cosa, no es poco. De Zac Posen.

De Balmain y con la pierna al aire, en modo ‘chino’.

Caemos rendidas a tus pies, es nuestro ídolo de madurez, qué le vamos a hacer, y está guapa y elegante con este vestido de Gabriela Hearst con cortes geométricos que le permite lucir tipazo.

El vestido no es muy allá, la verdad, pero está guapa. De Marc Jacobs.

De Diane von Furstenberg, la actriz apostó por una pareja complicada, el rojo y el rosa.

De blanco y negro, mona y con un toque retro, tampoco podemos pedir más en esta gala.

Otra discreta, mona y con mucha piel a la vista. 

El vestido asimétrico de Stella McCartney es espectacular, pero con el resto se volvió loca (y un poco Cruella).

Entre el camisón, el salto de cama y en blanco y negro. Imposible es imposible.

La sencillez y la elegancia suelen ir de la mano y Karlie lo demuestra con este vestido de inspiración esmoquin firmado por Carolina Herrera.

Se empeña y se empeña. Y ya se sabe, si no puedes ser elegante, sé impactante. Aconsejada por Jeremy Scott, mucho peor.

De burbuja de champán con lazo… ¡Siguiente!

Un vestido bonito y poco más, la verdad.

De la playa al MET, ¿retocada o sin retocar?

Alguien debería decirle que la discreción siempre es un grado y una opción perfecta a cierta edad.

La hija de Michael acertó en una noche en que equivocarse era norma general.

Más que correcta con este vestido blanco y negro, que sin embargo no puede ir menos con su personalidad. Quizá el contraste sea lo que funciona.

La juventud no es una excusa para esto, Hailee, aunque tu vestido lo firme Vera Wang.

 

El primer lunes de mayo pasará a ser, en breve, la noche de las ‘mamarrachas’. Porque la gala del MET se está convirtiendo año tras año en el carnaval de la primavera. ¿A quien le importa la exposición a la que da inicio la gala? Seguramente a muy pocos, especialmente entre los invitados, de Katy Perry a Priyanka Chopra pasando por Madonna o Kim Kardashian. La alfombra ‘azul’ se divide entre looks imposibles y disfraces ridículos que pretenden rendir homenaje a Rei Kawakubo, la diseñadora  de Comme des Garçons. Lo imposible se convierte en la estrella de la noche: bienvenidos a la mascarada.

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