Loading...
Puedes configurar tu consentimiento pulsando aquí :

De Tamara Falcó a Nieves Álvarez: las mejor y peor vestidas de la fiesta de 'Vanity Fair'

'Vanity Fair' congregó anoche a la flor y nata de la vida social madrileña para entregar a la tenista Garbiñe Murguruza el premio al Personaje del Año que

El vestido de Gucci con escote buenavista y plumas de pavo real es espectacular. Pero Nieves lo es aún más.

Un Gucci desaprovechado y una fan secreta de Kim Kardashian. Porque este look es clavadito al Balenciaga que se plantó la socialite americana para la gala del MET de 2013, cuando estaba embarazada de su hija North.

Atrevida y chillona con esa estola amarillo limón sobre un vestido morado nazareno de Gucci. Pero el resultado merece la pena.

Haciendo honor a su apellido, la viuda de Camilo José Cela se pone al mundo y a las normas básicas de estilo por montera y combina blazer, falda y ¿sandalias? ¿botas? como le sale del árbol.

Era una fiesta de gala. Ellos hicieron un esfuerzo por llevar esmoquin. Presentarse con un vestidito de flores de ir a tomar el té no era una opción.

Que la baronesa se viste como le da la gana no va a sorprender a nadie a estas alturas. Que vaya correcta es otra historia. Para la fiesta de la semana eligió este look piscina de 'Mi casa de Marbella es la tuya' y se plantó unos joyones con poderío al cuello con los que probablemente se podría terminar con el hambre en el mundo. Lo que no deja de sorprendernos es por qué se esfuerza tanto con el protector solar a las diez de la noche. Porque suponemos que a eso se deberá la tez blanquecino-vampírica de su rostro.

Nos gusta que nuestras famosas se inspiren en icónicas obras de arte para acudir a fiestas de postín. Y Paloma Segrelles y su madre Paloma debieron invitar a su modisto a darse un garbeo por el Museo del Prado para que sus 'total looks' fueran propios de 'Las meninas' de Velázquez gracias a estas faldas con miriñaque. 

No le podemos poner ninguna pega más allá de que parece que va de boda.

Pero ¿dónde vas, Marisa? ¿A casa de las Kardashian? ¿A cantar a 'OT'?

Juego de transparencias y mucha sutileza. La actriz (y exnovia del actual director de 'Vanity Fair', Alberto Moreno) ha dado en el clavo con este pseudo 'naked dress' en verde grisáceo con encaje e incrustaciones de pedrería. De sobresaliente. 

Look aburrido, como casi siempre, pero elegante y correcta.

Imposible pedirle más a la señora ministra de Agricultura. Acudió correcta y acorde a su condición y estilo. 

Pronunciadas hombreras, escote en uve con cascada de pedrería, volantes... Este vestido negro lo tenía todo para lucir así de impecable. 

Más desnuda de lo necesario, pero la modelo va espectacular de encaje negro. Y si se lo puede permitir, ¿por qué no?

Impresionante la protagonista de la noche con este vestido negro asimétrico de volantes.

¿Correcta para una cena de gala? La respuesta es sí. Aunque este vestido negro con detalles de pedrería y mangas desiguales se desinfla a medida que lo observamos una y otra vez. Y ya del 'look' capilar ni hablamos. Necesitas mejorar, estimada Esther. 

Démosle un giro Rottenmeier a este look -aunque sea de Gucci- y busquemos la manera de arruinarlo por completo. Porque este fucsia chillón con cuello y mangas en contraste hace que la actriz no logre escaparse de la lista de las peor vestidas de la velada. 

Este muchacha cada día está más gótica. En un sentido casi existencial. Y este wrap dress de lentejuelas negras y hombreras estructuradas es la expresión visual perfecta para ella.

Aunque acierta casi siempre, pero esto es un no. 

Es cierto que se llevan el terciopelo y las transparencias. Pero las dos tendencias juntas en este look de noche con la silueta tan amplia y poco definida no le sientan nada bien.

Siempre está a la altura; qué duda cabe. La aristócrata hace de su capa un sayo y se saca de la manga un estilismo fantástico gracias a este dos piezas con top de algodón y falda semitransparente de tul. Es, sin duda, todo un icono de estilo. 

El exceso llevado al photocall. Estampado, seda, transparencias, estola... ¿Acaso cabía algo más en el estilismo de la galerista? La respuesta es un no rotundo. 

Este vestido en 'pailletes' color bronce de Elisabetta Franchi se le queda corto. Y no porque arrastre parte de su falda, sino porque percibimos que no encaja del todo con ella. Al igual que no era necesario ese collar de perlas con tres vueltas al cuello. El conjunto ya brillaba por sí solo. 

 

'Vanity Fair' congregó anoche a la flor y nata de la vida social madrileña para entregar a la tenista Garbiñe Murguruza el premio al Personaje del Año que en otras ocasiones ha recaído en nombres como Plácido Domingo o Rafa Nadal. A la fiesta no faltaron personajes del colorín de toda la vida, como Tita Cervera, Paloma Segrelles, Tamara Falcó y Marina Castaño, que coincidieron con celebrities de otros pelajes, como una exuberante Marisa Jara, una encantadora Bárbara Goenaga o una espectacular Nieves Álvarez. Lo más curioso de la velada fue comprobar el exquisito tirón que tiene la firma que diseña Alessandro Michele entre el postureo patrio. Gucci era uno de los patrocinadores del evento y las asistentes no dudaron en arrasar en su showroom y en sus armarios (alguno hasta recuperó esas sneakers de la temporada pasada para las que no había encontrado ocasión) con tal de estar a la altura. Con desigual resultado, la verdad. Repasamos lo mejor y lo peor del evento en cuestión de elegancia, estilo y charme. Que hubo de todo.

Principales Tags

Hoy en vanitatis