10 hoteles espectaculares en los que preferirías estar ahora mismo
Jugar a tumbarnos en el horizonte (vía imaginación), apoltronarnos en esa hamaca sin igual que es el dolce far niente, soñar precisamente con ese lugar en
Jugar a tumbarnos en el horizonte (vía imaginación), apoltronarnos en esa hamaca sin igual que es el dolce far niente, soñar precisamente con ese lugar en el que estamos, fundirnos con la naturaleza como lo hace el chocolate sobre el bizcocho, entregarnos a esa utopía urbana de la contemplación y olvidarnos hasta de lo que quisimos recordar. Esta letanía sacada de la liturgia del bon vivant más exigente y otros vividores sin fronteras puede rezarse en cualquiera de estos templos (queríamos decir hoteles). Desde el mar Mediterráneo, tan nuestro, al océano Índico, tan suyo. Un lujo.
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