Glamour en los Oscars
En su dorada noche de Oscar, Penélope Cruz lució un look radiante que recordaba a Audrey Hepburn gracias a su moño con flequillo y a la candidez de su vestido vintage de 60 años de Pierre Balmain, un diseñador al que no había recurrido hasta ahora. Tampoco se pueden olvidar sus diamantes Chopard, valorados en tres millones. A la joven la van a nombrar Hija Predilecta de Alcobendas.
Una de las más aplaudidas por su sencillez fue Angelina Jolie. Como tantas otras actrices asistentes escogió un vestido palabra de honor que en este caso era de Elie Saab. Pero lo que más llamó la atención fueron sus pendientes de esmeraldas colombianas de Lorraine Schwart. Los zapatos eran de Ferragamo.
Anne Hathaway deslumbró cantando al lado de Hugh Jackman en la gala, pero también gracias a su vestido gris de Armani Privé. Todo un acierto según los expertos. Las joyas, en cambio, eran de Cartier.
Marisa Tomei afirmó en la alfombra roja no haber elegido hasta esa misma mañana su vestido. El diseño afortunado corresponde a Versace y sobresale por su abundante número de plieges.
La otra gran triunfadora de la noche, Kate Winslet, eligió para la ocasión un vestido con corte amazona diseñado por Yves Saint Laurent. Su escote asimétrico era lo más llamativo. Además, los diamantes eran de Chopard y los complementos de YSL.
Una de las pocas que optó por el rojo fue Amy Adams, una de las nominadas como Actriz Secundaria. Su vestido era de Carolina Herrera e iba acompañado de un collar de Fred Leighton con unas 630 esmeraldas, rubíes y zafiros, y 39 diamantes.
Beyoncé fué una de las más atrevidas de la noche gracias a este vestido un tanto barroco en color negro y oro. Lo firmaba House of Deron couture.
Natalie Portman, siempe impecable, dio una lección de sencillez. La actriz no se tiró ni a por el negro ni a por el blanco, los triunfadores de la noche. Ella innovó con un traje lila de Rodarte con mucha caída, acompañada de sus diamantes.
Heidi Klum es una incondicional de los Oscar desde que se instaló en Los Angeles. En esta ocasión, la modelo alemana optó por un traje asimétrico de Roland Mouret de color rojo y que dejaba parte de su pierna al descubierto. Además, llevaba joyas de Lorraine Schwart valoradas casi en un millón de dólares.
Otras de las fieles al blanco fue Jessica Biel. La actriz, que no fue del brazo de su novio Justin Timberlake, optó por un vestido de satén de Prada, todo ello a juego con joyas de Louis Vuitton.
Aunque se saltó la alfombra roja, quizás para no coincidir con su ex Brad Pitt y con su pareja Angelina Jolie, Aniston no se perdió esta cita. La actriz, muy elegante, optó por un traje de Valentino Haute Couture, sandalias de Jimmy Choo y diamantes de Bulgari.
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