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La vida de la Duquesa de Alba en imágenes

María del Rosario Cayetana Paloma Alfonsa Victoria Eugenia Fernanda Teresa Francisca de Paula Lourdes Antonia Josefa Fausta Rita Castor Dorotea Santa Esperanza Fitz-James Stuart, XVIII duquesa de Alba, nació en el madrileño Palacio de Liria un 28 de marzo de 1926 fruto del matrimonio entre Jacobo Fitz-James Stuart y Falcó y María del Rosario de Silva y Guturbay, quien, enferma de tuberculosis, permaneció alejada de su hija hasta que murió con 33 años cuando aquélla contaba tan sólo con 8 años de edad.La aristócrata creció rodeada de gente de la 'high society'. De hecho, una de las personas clave en su infancia fue el Rey Alfonso XIII, padrino de bautismo de la Duquesa.La estricta y esmerada educación a la que se vio sometida y, el hincapié de su padre por inculcarla el arte y el conocimiento, hicieron de Cayetana Alba una firme defensora de la libertad, las artes y la rebeldía.

Hija única, Cayetana Alba se exilió con su padre a Londres cuando estalló la Guerra Civil. Allí permaneció varios años, en los que sufrió los estragos de la Segunda Guerra Mundial desde la capital británica.Además de aprender idiomas y ampliar sus conocimientos sobre arte, la Duquesa de Alba recibió también clases de hípica, deporte del que es una apasionada. De hecho, Zuloaga la retrató montando en pony y, ya un poco más mayor, concretamente con 14 años, sufrió una caída de caballo que le trajo complicaciones durante muchos años y que le supuso, en 2007, tener que someterse a una intervención quirúrgica.Sin embargo, este contratiempo no impidió que la Duquesa de Alba siguiera practicando el deporte hasta hace prácticamente 20 años.

La pasión de Cayetana Alba por el arte es tal que decidió crear la Fundación Casa de Alba, que incluye muy diversas obras pictóricas de autores como Miró, Velázquez o Picasso.Sin embargo, Cayetana no sólo es una gran coleccionista, sino que también pintaba -algo que abandonó cuando la muerte de Aguirre le dejó paralizada la mano derecha- y posó como modelo, aunque llegó a rechazar a Picasso, que quería pintarla como Goya a su Maja desnuda, porque "eran otros tiempos y creo que me hubiera agobiado".Pero, sin duda, su cuadro favorito siempre ha sido 'La Duquesa de Alba de blanco", pintado por Goya en 1799.Hace un par de años, la Duquesa dio muestra de esta afición por el arte inaugurando la exposición 'colección Casa de Alba' en Sevilla, una muestra de 40 de sus mejores obras.

Dejando a un lado la pintura, los toros y el flamenco, la auténtica pasión de Cayetana son sus seis hijos, fruto de su primer matrimonio con Luis Martínez de Irujo, con el que se casó en 1947, a su vuelta de Londres y siguiendo las recomendaciones de su padre. El enlace, el más aristocrático de los tres de la Duquesa de Alba, tuvo una enorme repercusión social y llegó a costar cerca de 20 millones de pesetas en aquella época.Carlos, Alfonso, Jacobo, Fernando, Cayetano y Eugenia nacieron entre 1948 y 1968, que vieron cómo, en 1972 -25 años después de la boda de sus progenitores-, su madre se quedaba viuda por culpa de una leucemia.

En 1968 nacía su única hija, que además era la benjamina. La Duquesa pensó que Cayetano sería el último, por lo que optó por ponerle su nombre, pero cinco años después nacía la que sería duquesa de Montoro, que en 1999 protagonizó una de las bodas más sonadas de la familia, al contraer matrimonio con el torero Fran Rivera, del que se divorciaría años después.Eugenia, por cierto, le ha dado a Cayetana la única nieta que lleva su nombre.

Las dos mujeres han marcado un estilo muy particular y característico y ambas se han encontrado en diversas ocasiones. En 1966 la Duquesa de Alba ejercía de anfitriona en Sevilla y recibía, a pie de pista, a Jackie Kennedy. Un duelo de estilos que derivó en tablas en lo que al peinado se refiere, pues las dos destacaron por su 'bouffant'.

Viuda de su primer marido, Cayetana Alba se volcó en sus hijos -en la imagen, el día de la Primera Comunión de Eugenia- hasta que, ocho años después, decidió casarse de nuevo, haciendo caso omiso a las críticas y los comentarios. El novio no era otro que Jesús Aguirre y Ortiz de Zárate, un exsacerdote jesuita hijo de madre soltera, muy culto, 11 años más joven que la Duquesa y doctor en Teología. La decisión causó una verdadera polémica, no sólo entre la 'high society' española, sino entre los españoles en general.

A lo largo de su vida, Cayetana ha viajado muchísimo y ha conocido a multitud de personas de muy diferentes ámbitos.

Culto, serio e irónico, Jesús Aguirre fue muy cuestionado, aunque finalmente se ganó el respeto y afecto de los hijos de su esposa. Se dedicó especialmente a cuidar el Patrimonio de los Alba, algo que hizo junto al primogénito de Cayetana, Carlos Martínez de Irujo. Cayetana, a quien, como ha demostrado a lo largo de todos estos años no le importa el "qué dirán", volvió a quedarse viuda en el año 2001 después de una larga enfemedad.

Su lema parece ser vivirlo todo intensamente, y, frente a la pasión por el dinero, ella hace gala de su pasión por vivir. Con Alfonso Díez, un funcionario del Estado que conocía desde hace décadas pero con el que comenzó a salir en 2008, Cayetana parece vivir una segunda juventud pese a los achaques de salud propios de la edad que viene sufriendo desde hace años y que le llevaron, hace un par de años, a someterse a un par de operaciones.

Entre tierras agrícolas, obras de arte, importantes libros y documentos históricos, castillos y palacios, además de propiedades inmobiliarias. muchas de sus posesiones son consideradas Patrimonio de la Humanidad

 
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