Renoir, Degas, Van Gogh... Mensajes ocultos en una paleta
Dicen que la paleta de cada pintor es en realidad la huella digital del artista, que en ella se guarda un reflejo de los gustos, el método y las preferencias de la persona escondida detrás de la pintura. Por esta razón, son muchos quienes han guardado los utensilios originales de los más grandes pintores, como un fetiche capaz de transmitir por sí mismo la genialidad de quien en su día lo poseyó. Pues bien, echamos un vistazo a las herramientas de trabajo de algunos de los mejores artistas de todos los tiempos, para descubrir que ya en ellas se apreciaban los matices y la personalidad que imprimían en sus obras. Un lenguaje de manchas sin orden aparente que únicamente hay que aprender a 'leer'...
Según dónde y cómo se coloca el color se puede transmitir la emoción, la psicología, e incluso la significación religiosa. Al menos así lo aseguraba el escritor John Ruskin en 1857. Si el color está mal, todo está mal.
En los comienzos de su carrera, la paleta de Degas estaba plagada de tonos terrosos, fieles a la tradición holandesa. Con el tiempo, estos colores se aligeraron considerablemente, hasta llegar a sus últimos años.Algunos artistas creían que la gestión de la paleta era la base de una buena pintura. Y es que existen varias reglas para ordenar los colores: del claro al oscuro, como una rueda de colores; en función de tres colores y negro... pero la mayoría de los artistas prefieren comenzar alineando pigmentos en la parte superior y dejar el resto del espacio para la mezcla.
En su diario de 1850 Delacroix señaló que su paleta "recién preparada, brillante de colores contrastantes, es suficiente razón como para abandonarme a todo mi entusiasmo". El artista francés era meticuloso a la hora de preparar su herramienta de trabajo más importante, y cuando algo no le convencía, era capaz de 'borrarla' y pasarse el día entero mezclando nuevos matices.
En la paleta de George Seurat se vislumbra un apego rígido a la teoría del color de Cheuvreul, cuya opinión expresa que los colores básicos -rojo, amarillo y azul- alcanzan el ojo con longitudes de onda diferentes y se mezclan en la retina. En consecuencia, Seurat mantuvo siempre esos pigmentos en la paleta, que son los que crean la impresión de efervescencia de luz en el propio lienzo. El negro, sin embargo, no tiene lugar, ya que los físicos de la época lo habían definido como la 'no-luz'.
Tal y como opinó Charles Blanc en 1881, "uno tendría que acuñar una nueva palabra para caracterizar el talento de Gustave Moreau. La palabra Colorismo, por ejemplo, que bien podría transmitir todo lo que es excesivo, soberbio y prodigioso en su amor por el color". Su paleta bien refleja esta descripción.
Gauguin creía en el color puro. Sin embargo su paleta, en general, silenciaba el tono colocando los colores muy próximos entre sí. En la paleta portátil encontrada en su estudio de pintura después de su muerte, da la impresión de que Gauguin no colocaba los colores en un orden particular,ni tampoco limpiera su herramienta, ya que mezclaba colores frescos sobre la vieja pintura seca.
La idea de Vincent Van Gogh sobre los colores puede entenderse a través de una carta enviada a su hermano Theo en 1882, en la que exponía: "No hay más que tres colores fundamentales: rojo, amarillo y azul, con materiales compuestos como el naranja, verde y morado. Mediante la adición de negro y blanco se obtiene una infinita variedad de grises. [...] Pero toda la química de los colores no es más complicada que las reglas más simples. Porque con esos tres colores principales y blanco y negro, se pueden hacer más de 70 tonos y variedades. [...] El colorista es la persona que sabe de inmediato cómo analizar un color cuando lo ve en la naturaleza, y puede decir, por ejemplo: que el verde-gris es de color amarillo con negro y azul, etc. En otras palabras, alguien que sepa cómo es posible encontrar los grises de la naturaleza en su paleta".
{{ totalrecords }} comentarios
{{ user.alias }}
{{ date }}