La gala, en imágenes
Las dudas de Eva Hache para estrenarse como maestra de ceremonias en los Goya se convirtieron en un número musical de revista con el que arrancó la XXVI edición de estos premios."No sé si voy a poder" exclamaba vestida con un esmoquin femenino la presentadora de televisión que da el relevo a Andreu Buenafuente, mientras en el cuerpo de bailarines y coristas se veían los rostros de Belén Rueda, Victoria Abril, Lucía Jiménez, Jan Cornet, Asier Etxeandía y Roberto Enríquez entre otros.En una fusión entre la revista y los números habituales de Billy Crystal, Eva Hache dio el salto al patio de butacas, donde contó junto a Antonio Banderas o Pedro Almodóvar -al que sorprendió sin las gafas de sol-.
Elena Anaya, Premio Goya a la mejor actriz protagonista por "La piel que habito", dijo que después de tres nominaciones a estos galardones le hubiera gustado haber sido premiada más tarde, porque, tal y como apuntó: "quiero envejecer haciendo cine, y acabo de empezar"."Ha sido una satisfacción enorme", afirmó la actriz en declaraciones a la prensa después de recoger la estatuilla de la Academia de Cine.A Elena Anaya, trabajar con Pedro Almodóvar en 'La piel que habito' le ha hecho muy feliz y le ha dado muchas alegrías en el plano personal, mientras que como actriz "ha sido un aprendizaje increíble".La anécdota del momento se produjo cuando la actriz no pudo reprimir un grito de alegría al escuchar, desde las pantallas de la sala de prensa, que Jan Cornet era elegido mejor actor revelación; Elena Anaya justo acababa de comentar a los periodistas que estaba deseando que la Academia premiara a su compañero de rodaje.
Si el año pasado fue "el imbécil de la barretina", en expresión del presentador, Andreu Buenafuente, el que saltó al escenario del Teatro Real interrumpiendo el discurso de la gala, este año ha sido un "mulatilla" o "muletilla", que el hombre no se aclaraba, que al grito de "como 'apretacocreta' (sic)" se ha "tirado al ruedo" para reivindicar "el primer western extremeño".Mientras Coixet, que recogía el premio por el filme "Escuchando al juez Garzón", dejaba al intruso que se explayara, se pinchó un plano, por primera vez en toda la ceremonia, de la espalda de los ocupantes del estrado, momento en el que se apreció la bandera pirata que el advenedizo había impreso en su traje.Los miembros del equipo de seguridad de la gala, que en el recinto pedían sin tregua a los periodistas que mostraran las pulseras identificativas para permitirles al acceso a la sala de prensa, tardaron algunos minutos en reaccionar, aunque estuvieron muy rápidos en bloquear a otras tres personas, con caretas de "anonymous", que pretendían desde el patio de butacas invadir de nuevo el escenario.
José Coronado recibió el premio Goya a la mejor interpretación masculina protagonista por su trabajo en la película "No habrá paz para los malvados", dirigida por Enrique Urbizu, durante la XXVI edición de estos galardones, en la que se impuso a Antonio Banderas, Daniel Brühl y Luis Tosar.Coronado recogió de manos de Salma Hayek un premio al que también estuvo nominado en 2002 por "La caja 507".
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