Fiona Ferrer nos enseña su oficina personal
Ufffff, qué polvo. Nunca pensé que este italiano con pinta de "yo no he sido" iba a resultar un portento en la cama". Así, sin paños calientes y con un lenguaje más que directo, comienza el nuevo libro de Fiona Ferrer, ‘Tic, tac’. Ese es el reloj biológico que la empresaria e ‘it’ girl siente en su vida ahora mismo; el mismo que sienten las protagonistas de su segundo libro, Wacu Girls, cuando el tiempo hace tictac, un regreso a aquellas chicas a lo Sexo en Nueva York que salieron de su fértil imaginación hace cosa de dos años. Lo de ‘Wacu’ (World, Ambitious, Cool and Unique) se le ocurrió a la empresaria y cabeza de la empresa ‘Concep2all’, encaminada al mundo de la moda, el arte y el entretenimiento, mientras viajaba con su exmarido, Jaime Polanco, a su finca de Jarandilla de la Vera, Extremadura. “Estábamos en el coche y yo estaba muy preocupada por el nombre del libro. Quería que sonase igual en español, en inglés y en todos los idiomas. Tenía que ser algo muy sonoro a pesar de que mi editora decía que el nombre que fuese en el título daba igual. De repente, sonó el ‘Waka, waka’ de Shakira o algo así y salió. Jaime me preguntó qué era una ‘wacu girls’ y él fue la prueba para saber si la idea podía ser captada o no. Lo entendió rápidamente” asegura Ferrer a Vanitatis desde su soleado y céntrica oficina en la calle Velázquez de Madrid.
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