Situada en Connecticut, al noreste de los Estados Unidos, la mansión en la que vivió Donald Trump en los ochenta con su esposa Ivana y sus tres hijos ahora se ha puesto a la venta por 54 millones de dólares.

El empresario la compró en 1982, pero se vio obligado a salir de ella en 1991 tras divorciarse de su esposa Ivana, quien se quedó con el espectacular inmueble en el reparto de bienes. Siete años después, la exmujer de Trump vendió la casa por 15 millones de dólares y ahora son esos nuevos propietarios con los que negoció la compra por entonces los que han decidido vender la mansión.

La finca en la que se ubica este casoplón levantado en 1939 tiene 5,8 hectáreas y cuenta con grandes espacios verdes, una pista de tenis, una piscina y embarcadero. Por dentro, el inmueble se reparte en ocho habitaciones, diez baños, un teatro, una sala de cine y una piscina cubierta.