La Maestranza sevillana se llenó de color y presenció su primera cita grande de la temporada, una corrida que en absoluto pasó desapercibida al tratarse de la despedida definitiva de Espartaco de los ruedos. Las lágrimas de emoción, los nervios a flor de piel y la piel de gallina presidieron una de las tardes más intensas y especiales. Espartaco eligió su casa, Sevilla, para decir adiós a la pasión de su vida, el toreo. Lo hizo con una Maestranza abarrotada hasta la bandera y dedicando una ovación histórica y casi nunca vista a uno de los artistas taurinos españoles más prolíficos y legendarios de la historia en España.

La corrida en sí no tuvo mucho misterio, con novillos muy flojos y que prácticamente no pusieron en apuros al sevillano, que se gustaba con cada movimiento sobre la arena ante el deleite del público. Cortó dos orejas y salió a hombros y por la Puerta del Príncipe, como los grandes, por sexta vez en su vida.

La nota curiosa de la corrida la puso el propio Espartaco, saliendo a hombros, cogido por ‘El Tato’, desde la plaza hasta el Hotel Colón de Sevilla, con su hijo pequeño, Juan, mezclado entre el resto de amigos del torero. Una vez dentro del alojamiento, las primeras en salir fueron las hijas de Espartaco y después él, y sin querer posar juntos se marcharon.

Cabe destacar la presencia en las gradas de Genoveva Casanova y el expolítico José María Michavila, en una de las contadas veces que la pareja se ha dejado fotografiar junta. No fueron las únicas caras ilustres. Grandes aficionados y profesionales del mundo del toreo como Pepín Liria, ‘El Tato’, Juan José Padilla, Javier Conde, Curro Romero y Carmen Tello, Alejandra Osborne y su marido, Joaquín Buendía; Pedro Trapote y Begoña García, el humorista César Cadaval con su marido, Kenneth, o la ex miss Raquel Revuelta, no quisieron perderse una corrida tan esperada como emocionante.