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Ana Boyer, Rosario Flores, Sara Verdasco... Analizamos los 'looks' de la boda más flamenca del año

¿Qué se puede esperar de una boda entre una joven de hermano tenista y un joven de una familia en la que el arte corre por

Vestido de Rosa Clará realizado en cloqué de seda, una de las tendencias de 2017 Nos chiflan las peonías del ramo y el pronunciado escote de la espalda. 

 

Elsa Anka se equivoca con este vestido más propio de una alfombra roja que de una boda a media tarde. Demasiado brillo, demasiada pedrería

 

Ya sabemos que se lleva el nude, pero es un color difícil que no favorece a todas las pieles. Excesivo el traje de la hija mayor (tules, encajes) e insípido el de la otra. El vestido de la madre la envejece. El esmeralda le sienta bien, pero el corte es más propio de una madrina antigua

 

Él va correcto. Ella el peinado y los complementos  Pero el chantilly beige está a un milímetro de parecer un vestido de cristianar

Arriesga con este vestido lienzo de escote diagonal y sale ganadora, aunque por la mínima. El bolso no tiene pase. Y atención a los zapatos de su pareja. ¿Es esto una boda?

 

Vestido pareo que muestra más de lo que a estas alturas debería enseñar Bibiana. 

 

El padrino, un sí que arrastra consigo a la madrina. El padre de la novia eligió un 'look' clásico, sin ninguna estridencia. Lo que se espera de un padrino en la boda de su hija. La madre del novio no corrió ningún riesgo con un diseño correcto de seda y predería en coral de Rosa Clará que no produce interés alguno.

 

NO  Lo peor del día. Un estilismo a medias entre la chaqueta de chulapo y pantalón de perrear. Horror. Y ella tampoco ayuda con ese tocado mañanero con bolsito al hombro y ¡cazadora!

 

Homenaje a los flecos, al charlestón y al vestido de Salomé en Eurovision. ¿O tal vez a los estilismos improvisados de 'aventura en pelotas'? Un ejemplo más de que la osadía es libre

 

Es una boda flamenca y ella sabe llevar el vestido. El problema es esa transparencia a medio muslo que nos recuerda a un salto de cama. Bandera cede el protagonismo a la botonadura y el pañuelo, y falla en el calzado

 

No es que nos entusiasme el look de Ana Boyer, pero al menos fue lo suficientemente discreto como para no intentar brillar más que los protagonistas. Nada que objetar al chaqué de Verdasco. Tiene percha… y lo sabe.

 

La actriz llegó del brazo de su hermano con un estampado veraniego con el que acierta, aunque falla en ese escote asimétrico que le plancha el pecho. Sin embargo, por comparación con el resto, le damos un aprobado.

 

Chaqué gris marengo con tela italiana de la sastrería a medida de Cortefiel. No nos termina de encajar la camisa azul con puños y cuello blanco, pero es el novio, era su día especial y levantamos un poco la mano con él. La próxima vez, seremos implacables.

 

Innecesario. A primera vista, parece rescatado del baúl de los recuerdos (uh uh), una impresión que Rosario confirmó a Vanitatis. "Es mío, lo rescaté del armario", confesó.

 

La madre de la novia también iba de Rosa Clará, en esta ocasión gasa y pedrería en color agua.

 

Hace años que Simoneta acude en pantalones a cualquier evento. Ese no es el problema, aquí lo que falla es la mezcla. Puede valer esa casaca hippie en gasa, pero se estrella con ese pantalón. Ni los tonos ni los tejidos casan entre sí. Y ella cada día nos recuerda más a la madre de 'Dos hombres y medio'.

 

¿Qué se puede esperar de una boda entre una joven de hermano tenista y un joven de una familia en la que el arte corre por las venas? Pues no. No había volantes en la boda de Sara Verdasco y Juan Carmona. Nadie quiso caer en el cliché, aunque visto lo visto igual no hubiera estado de más. En Vanitatis, hemos analizado al detalle los 'looks' de invitados como Emiliano Suárez, Bibiana Fernández o Rosario Flores, a quien por ciero aplaudimos el valor de sacar su vestido del baúl de los recuerdos. (Fotos: Gtres)

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